El 92,37% de las demandas de tratamiento realizadas por jóvenes en Proyecto Hombre Madrid en 2021 estaban relacionadas con el consumo de cannabis. Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, desde Proyecto Hombre Madrid muestran preocupación por el elevado porcentaje de jóvenes que consumen cannabis y su baja percepción de riesgo en relación a esta sustancia. Ante el incremento de demanda de tratamiento por cannabis registrada en sus centros en los últimos años, y sobre todo, ante el desarrollo de trastornos y alteraciones graves como consecuencia de este consumo, inciden en la importancia de prevenir y realizar una intervención temprana.
Según el Informe ESTUDES elaborado por el Plan Nacional Sobre Drogas, la edad media de inicio en el consumo de cannabis en España es de 14,9 años. Otro de los datos más relevantes es que el 28,6% de los jóvenes entre 14 y 18 años admite haber consumido cannabis en alguna ocasión, mientras que el 14,9% afirma haberlo consumido en los últimos 30 días. De estos, la media consumida el día que consumen es de 3,3 porros al día.
Son datos preocupantes teniendo en cuenta que el consumo de cannabis, incluso un consumo puntual, provoca cambios estructurales y cognitivos en el cerebro con consecuencias negativas en el desarrollo y maduración de los jóvenes. Existen diferentes factores como la edad de consumo (cuanto menor es la edad, mayor es el riesgo), la frecuencia de consumo, los componentes de la sustancia (la presencia de THC, la sustancia psicoactiva que genera la dependencia, cada vez es mayor por la modificación de los cultivos) o los factores hereditarios, entre otros, que pueden provocar o acelerar la aparición de diferentes trastornos. Entre los más comunes, los relacionados con el estado del ánimo, la psicosis y la esquizofrenia. Se estima que el riesgo de desarrollar psicosis aumenta en un 40% entre los consumidores ocasionales y en más de un 100% entre los consumidores crónicos. En el caso de la esquizofrenia, el cannabis es uno de los principales factores desencadenantes de esta enfermedad. Cuando más temprano sea el consumo, mayor será el riesgo.
El cannabis también provoca alteraciones en las funciones ejecutivas como por ejemplo la coordinación motora, la resolución de problemas, la toma de decisiones o el control del procesamiento emocional. En adolescentes y jóvenes esto es especialmente importante puesto que puede provocar un deterioro en las capacidades de aprendizaje y memoria (con consecuencias directas en sus estudios y desarrollo profesional), de atención (relacionada directamente con los accidentes de tráfico), así como en las relacionadas con la interacción social (lo que puede provocar un mayor aislamiento y consumo). El riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como de consumir otras sustancias o desarrollar otras adicciones también aumenta.
Otra de los aspectos que preocupa es la percepción de disponibilidad que los jóvenes tienen respecto a esta sustancia, lo que favorece el consumo. Los jóvenes consideran que es sencillo conseguir cannabis a través de amigos o conocidos, y es que según las estadística el cannabis es la primera sustancia ilegal más disponible.
Por todo ello, desde Proyecto Hombre Madrid inciden en la importancia de visibilizar esta realidad que afecta a los jóvenes para concienciar de las consecuencias y prevenir el consumo. Es necesario realizar una intervención temprana para evitar una mayor cronicidad y dificultad para superar una adicción, y animan a pedir información ante cualquier duda relacionada con el consumo problemático de cannabis en jóvenes a través del teléfono 91.5420271, número de información y asesoramiento, o el correo electrónico [email protected].