La prueba consta de dos modalidades. La junior está destinada a niños y adolescentes de entre 8 y 18 años que participan con un prototipo telecontrolado hecho por ellos y, opcionalmente, con otro autónomo. Por su parte, la sénior está abierta para jóvenes hasta los 30 años, que deben presentar robots completamente autónomos. Los equipos, además, tienen que mostrar los proyectos ante un jurado que otorgará diversos premios. Los vencedores a nivel nacional accederán a la final con tres máquinas por país en cada modalidad.
Este año los robots tienen que realizar la prueba Farming Mars (Cultivando en Marte), en la que deben desplazar unas plantas, colocarlas en tiestos y jardineras, orientar unos paneles solares o polinizar las flores con unas mariquitas robóticas, entre otras opciones.
Como novedad, este año la actividad incluye el padrino tecnológico, una colaboración entre el Aula de Robótica de la UAH y un proyecto solidario que desarrolla sillas de ruedas motorizadas para donarlas a centros educativos con estudiantes con dificultades de movilidad. De esta manera, los alumnos tendrán la oportunidad de participar en una prueba similar a la de Eurobot.
Por otra parte, alrededor del campeonato se celebran otras acciones que tienen como objetivo acercar la investigación y la tecnología a la sociedad. Entre ellas, la visita a laboratorios de la Escuela Politécnica Superior o la participación en talleres organizados por empresas especializadas.