El mes de julio ya se ha abierto paso en el calendario y llega uno de los periodos más apetecibles y esperados del año: las vacaciones. Prepararlas es también una forma de empezar a disfrutarlas. Si este verano, por primera vez, tus desplazamientos los vas a realizar en un vehículo eléctrico, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos clave antes de ponerte en carretera.
Aunque no es cierto que los coches eléctricos solo sirvan para trayectos cortos, sí lo es que requieren una planificación mayor del viaje. Rubén García, gerente de Operaciones de Eranovum, operador español de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos, ofrece estas recomendaciones a tener en cuenta para asegurarnos una experiencia satisfactoria.
Garantizar la infraestructura de recarga en destino.
Lo primero que hacemos cuando decidimos el destino de vacaciones es elegir el lugar donde nos vamos a alojar. Sea un hotel, una casa rural, un apartamento o un camping, es importante asegurarse de que tendremos cerca un cargador para nuestro coche. Las plataformas turísticas ya se han puesto las pilas en este sentido. Por ejemplo, Booking ha incluido un filtro par buscar alojamientos con “estación de carga de vehículos eléctricos”. CampingDirect permite buscar por instalaciones con estación de recarga. Y la mayoría de las cadenas de hoteles cuentan con infraestructura de recarga en algunas de sus plazas de aparcamiento.
No obstante, cuando salimos fuera puede ser interesante contar con un kit de cargador de coche eléctrico tipo 2 con enchufe Schuko que puede conectarse a la red convencional, para su uso en situaciones puntuales de emergencia. No es conveniente para cargas habituales por su lentitud, pero sí puede sacarnos de un aprieto si no tenemos un cargador cerca, aunque debemos tener en cuenta que su carga será extremadamente lenta, porque su potencia puede oscilar entre 1,4kW y 3,6kW. Este tipo de cargadores pueden encontrarse fácilmente en plataformas de comercio electrónico.
Puesta a punto del vehículo.
Siempre es recomendable hacer una revisión del vehículo antes de ponerse en carretera para evitar sustos. En este caso, la puesta a punto no difiere mucho de la de un coche de combustión. Conviene asegurarnos de tener en buen estado los neumáticos, los frenos, los amortiguadores, el líquido del limpiaparabrisas, el líquido refrigerante… Y además, en los coches eléctricos el mecánico comprobará el adecuado aislamiento de las conexiones eléctricas que entran y salen de la batería.
“El cuidado de esta es fundamental para garantizar su durabilidad. Los expertos aconsejan no dejarla descargar totalmente, y mantenerla siempre entre un 20% y un 80% para alargar su vida útil”, comenta Rubén García.
Planificar la ruta.
El siguiente paso es analizar el trayecto a realizar y planificar el número de paradas que deberemos hacer en función de la distancia a recorrer. La autonomía de un coche eléctrico se sitúa normalmente entre los 200 y los 600 Km, dependiendo de la potencia de su batería y de otros factores que también afectan al consumo de combustible en un vehículo térmico, como el tipo de conducción (más o menos agresiva), la velocidad media o el peso de la carga.
Muchos de los coches eléctricos incorporan en su ordenador de a bordo un planificador de ruta donde es posible visualizar los puntos de recarga que encontraremos en el trayecto. También existen aplicaciones colaborativas, como Open Charge Map, Chargemap, Electromaps y ABRP, donde los propios usuarios van incorporando los puntos de recarga que encuentran en sus desplazamientos, fotos, comentarios y estado de los cargadores, creando de forma conjunta un completo mapa de infraestructura de recarga en constante actualización, gracias a una comunidad muy activa a nivel global.
Estas apps planifican el viaje por ti en función de las experiencias de otros usuarios. Pero también puedes hacerlo tú, eligiendo estratégicamente las paradas para que el viaje se convierta ya en una parte de las vacaciones que merece la pena disfrutar con una comida apetecible, una visita a un lugar de interés local, un descanso en un espacio natural…
“Puedes calcular realizar una parada cada, por ejemplo, 200 Km. Es mucho mejor hacer varias paradas de 15/20 minutos que una sola de una hora, porque aprovecharemos mejor la potencia de carga que es capaz de asumir el coche, lo que nos permitirá cargar más en menos tiempo”, explica el gerente de Operaciones de Eranovum.
Obviamente, esto será posible si encontramos en nuestro trayecto cargadores de potencia suficiente para realizar una recarga rápida. En la actualidad, en España, según AEDIVE, existen más de 32.200 puntos de recarga de acceso público, de los cuales más de un tercio son de carga rápida o ultrarrápida.
No apurar.
Con el fin de cuidar al máximo la batería, no es conveniente apurar al máximo al planificar las paradas. Es mejor calcular los descansos estimando poder llegar al cargador con un porcentaje de batería superior al 10%. Y en la medida de lo posible, es preferible elegir estaciones de recarga con varios surtidores, donde tendremos más probabilidades de encontrar mangueras disponibles.
Cargar siempre que se pueda.
Una vez en destino, es interesante aprovechar durante toda la estancia vacacional los momentos en los que visitamos un punto de interés turístico, hacemos compras en un centro comercial o degustamos un menú en un restaurante para poner a cargar nuestro coche si vemos que el lugar dispone de infraestructra. La clave es cargarlo siempre que tengamos la posibilidad de hacerlo. Si transformamos los tiempos de estacionamiento en tiempo de recarga, aunque todavía tengamos batería, evitaremos momentos de estrés y urgencia y estaremos más relajados.
Teniendo en cuenta estos aspectos, seguro que la experiencia de viaje será positiva y gratificante. El resto de los ingredientes para disfrutar de las vacaciones, los pones tú.