www.enpozuelo.es

Por qué un limpiador puede ser el primer paso de una filosofía wellaging

Por P.L.C.
lunes 17 de marzo de 2025, 11:00h
Por qué un limpiador puede ser el primer paso de una filosofía wellaging
Ampliar
La limpieza facial es el paso más subestimado de la rutina de belleza. La facialista Esther Moreno, de EM Studio, explica por qué no deberías subestimar este producto que parece básico, pero tiene el poder de cambiar la piel desde el primer día.

A veces, nos centramos tanto en los sérums con activos de última generación o en cremas con promesas antiedad, que olvidamos que todo comienza con la limpieza.

Y no, no basta con cualquier limpiador. “Un buen limpiador no solo limpia, sino que prepara y trata la piel para recibir mejor los tratamientos posteriores. Si usamos el incorrecto, podemos estar dañando la barrera cutánea sin darnos cuenta”, explica Esther Moreno, facialista y cosmetóloga experta.

Porque sí, hay limpiadores que rejuvenecen, que afinan la textura, que mejoran la luminosidad y que hacen que cada activo que aplicamos después funcione mejor. ¿La clave? Elegir el adecuado para tu piel y usarlo bien.

El error más común: pensar que los limpiadores solo limpian

“Muchas personas creen que los limpiadores no importan tanto porque no se quedan en la piel. Y esto es un error enorme”, señala Esther. La limpieza es el primer gesto de tratamiento, y si elegimos mal, podemos estar empezando con mal pie. Un limpiador demasiado agresivo puede deshidratar la piel, alterar su pH y hacer que reaccione mal a los activos que aplicamos después. En cambio, un limpiador bien formulado y escogido según necesidades específicas puede suavizar la textura, reducir la inflamación y equilibrar la piel. “La diferencia entre una piel sana y una que está constantemente reactiva muchas veces está en cómo y con qué la limpiamos”, añade la facialista.

¿Doble limpieza? Siempre, pero de nada servirá si la haces mal

Otro error común es pensar que usar dos veces el mismo limpiador equivale a una doble limpieza. Spoiler: no es lo mismo.

“La doble limpieza consiste en dos pasos diferentes con texturas y funciones distintas”, aclara Esther. “El primer paso retira maquillaje, protector solar e impurezas grasas con un limpiador oleoso o bálsamo. El segundo, con un limpiador acuoso, elimina células muertas, partículas contaminantes y acaba de “pulir” el primer paso de limpieza, al eliminar todo residuo sobre la piel, en profundidad y sin alterar la barrera cutánea”. Hacerlo bien marca la diferencia entre una piel equilibrada y una que se siente tirante, irritada o con tendencia a imperfecciones. Si te lavas la cara dos veces con el mismo producto no es doble limpieza, es simplemente usar un producto dos veces y, tal y como explica Moreno, “no vas a cubrir la función del que no estés usando”.

Cómo elegir tu limpiador rejuvenecedor ideal

Elegir el limpiador adecuado no es tan simple como “para piel seca o grasa”. Hay que ir más allá y entender qué necesita cada piel en cada momento concreto. Esther nos da algunas claves generales para acertar, pero insiste en que siempre hay que hacer una valoración personalizada:

  • Pieles sensibles o con tendencia a irritarse: “Un limpiador con ingredientes calmantes como la camomila, aloe vera o niacinamida ayudará a evitar rojeces y a mantener la piel equilibrada”.
  • Pieles grasas o con tendencia acneica: “Optar por limpiadores con ácido salicílico puede ser clave para mantener los poros limpios y evitar brotes. Pero hay que prestar atención a la concentración y la formulación, ya que si son demasiado agresivos puede que deshidraten la piel y provoquen un efecto rebote”.
  • Pieles maduras o que buscan efecto glow: “Aquí entran en juego los limpiadores rejuvenecedores, que contienen alfahidroxiácidos (AHAs) suaves o enzimas exfoliantes para mejorar la textura y luminosidad sin irritar”.
  • Pieles normales: “Un limpiador equilibrante con antioxidantes es ideal para prevenir el envejecimiento y mantener la piel sana”.

El limpiador como tratamiento: más que un simple paso de higiene

Los limpiadores rejuvenecedores tienen una ventaja clave: empiezan a tratar la piel desde la limpieza. “Los limpiadores bien formulados pueden llevar ingredientes como extractos botánicos, ácidos exfoliantes, vitamina C o antioxidantes que trabajan y sobre todo preparan la piel, la exfolian o equilibran… mientras la limpian” explica Esther.

Además, el ritual de limpieza en sí mismo es importante. “No basta con aplicar el producto y retirarlo en 10 segundos. Lo ideal es masajearlo durante al menos un minuto, para que pueda trabajar bien, y luego retirarlo con agua templada, nunca caliente”, recomienda la experta.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios