La situación en el Creade de Pozuelo de Alarcón, que alberga a muchos migrantes ucranianos, es preocupante debido al posible cierre del centro por falta de licencia. A pesar de la inquietud entre los usuarios, Accem asegura que no habrá desalojos inminentes, reflejando tensiones entre necesidades humanitarias y normativas locales.
La situación en el Centro de Recepción, Atención y Derivación (Creade) de Pozuelo de Alarcón ha generado preocupación entre los migrantes solicitantes de asilo, especialmente entre la comunidad ucraniana, que representa casi la mitad de los 395 usuarios actuales. La noticia del posible cierre del centro, ordenado por el Ayuntamiento tras una inspección que reveló la falta de licencia para su funcionamiento, ha llevado a muchos a sentirse inquietos.
El Creade fue inaugurado en marzo de 2022 como respuesta a la crisis migratoria provocada por la invasión rusa a Ucrania, y ha sido fundamental para proporcionar asistencia a los desplazados. Aunque actualmente hay otros tres centros similares en España, el de Pozuelo fue el primero y ha evolucionado para atender también a personas de otras nacionalidades como Afganistán, Mali y Venezuela.
A pesar del anuncio del cierre y la oposición del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid al plan del Gobierno de trasladar a menores migrantes no acompañados al centro, fuentes de Accem han intentado tranquilizar a los usuarios, asegurando que no habrá un desalojo inminente. Además, se destaca que la comunidad local inicialmente mostró un gran apoyo al centro, aunque con el tiempo su actitud se ha vuelto más neutral.
Este contexto refleja las tensiones entre las necesidades humanitarias y las normativas locales en torno a la gestión de centros de acogida para migrantes en España.
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