El incidente del ciclista que cayó en el arroyo Meaques ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la seguridad en ese estrecho pasillo entre las vías del Metro Ligero y el cauce del arroyo. A pesar de las advertencias previas por parte de los vecinos sobre la fragilidad del vallado y el peligro que representa este paso, no se han tomado medidas efectivas para solucionar el problema.
La situación ha llevado a los afectados a escalar su petición a diferentes administraciones, incluido el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, la Consejería de Transportes y la Confederación Hidrográfica del Tajo. Sin embargo, tras más de un año sin respuesta satisfactoria, ahora han decidido dirigirse a la Presidencia de la Comunidad de Madrid con la esperanza de que se tomen acciones concretas.
Este camino es utilizado por numerosos ciclistas y peatones que se desplazan entre distintas localidades del suroeste de Madrid, así como aquellos que se dirigen a la Ciudad de la Imagen. La falta de infraestructura adecuada no solo pone en riesgo a los usuarios locales, sino también a aquellos que vienen de otras áreas metropolitanas. Es imperativo que las autoridades actúen rápidamente para evitar futuros accidentes y garantizar la seguridad en esta ruta tan transitada.