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Radiofonistas en Pozuelo

jueves 14 de febrero de 2013, 09:41h

La Academia de las Artes y las Ciencias Radiofónicas de España celebraba anoche la gran fiesta de la radio en el Mira Teatro. Las voces más reconocidas del país cambiaron estudio por escenario, recogieron sus premios y contagiaron amor por las ondas.

On Air. Algunos como Luis del Olmo, que recibió el Premio Especial de la Academia por cuatro décadas de Protagonistas de manos de la alcaldesa, Paloma Adrados, con un emotivo resumen de una vida a pie de micrófono. Con momentos dulces y amargos. A sus 76 años dice adiós pero asegura que no se jubila. Que cuarenta años levantándose a las cuatro de la mañana para hacer radio, unas cuantas bajadas a la mina y un abandono obligado de la patria le han merecido la pena. Que su biografía está repleta de páginas inolvidables aquí y en Pekín y de alguna escalofriante que le ha obligado a llevar guardaespaldas hasta hace unos meses. A los 14 escoltas que le han cuidado ha dedicado su premio. El Ministerio de Industria le entrega otro el próximo lunes. Y dice que lo recogerá con la misma ilusión.

El premio María Elena Doménech de Voz Radiofónica ha recaído este año en Menchu Álvarez y Marisol del Valle. La abuela de S.A.R Doña Letizia agradeció el reconocimiento aclarando que una se puede jubilar de su relación laboral pero no de la profesión que ama y que se considera una radiofonista de provincias entusiasmada por compartir escenario con tan insignes colegas. Marisol del Valle también se mostró feliz con su galardón y quiso compartirlo con productores, redactores, técnicos, ingenieros... con todos los que hacen posible un programa de radio.

El despertador y la lideresa

Tras la entrega de las primeras esculturas Primitivo Rojas se convirtió en narrador de una historia de nuestros días con despertador al fondo. De un relato corto protagonizado por un desempleado incapaz de asumir su nueva situación. La voz del locutor y la oscuridad del patio de butacas invitaban a cerrar los ojos y a escuchar la radio. Después, los deportes y Paco González y Pepe Domingo Castaño, los conductores de Tiempo de Juego de la Cadena Cope, nos despertaron con su mensaje en la gran pantalla. No pudieron recoger su Juan Manuel Gozalo de Radiofonismo Deportivo por motivos laborales; estaban retransmitiendo en directo el Real Madrid-Manchester United pero el director general de la cadena lo recibió de manos de la hija del desaparecido locutor que ha dado nombre al galardón.

Los presentadores de ¿qué fallo en lo nuestro?, de Cadena Dial, Álvaro Díaz y Juani Femenía, recogieron el premio al Mejor Programa de Participación de los Oyentes y agradecieron la distinción de la Academia por saber escuchar encuentros y desencuentros de parejas. Con la radio -dijo Álvaro- nunca pasa eso. "La radio es la pareja perfecta porque siempre está ahí y por la noche no le duele la cabeza".

Llegó el turno del Salvador Escamilla para reconocer el trabajo de profesionales que hacen radio en catalán. Los premiados en esta edición han sido Rosa Badía y Cinto Niqui pero los presentadores de la gala, Luján Argüelles y Albert Castillón, anunciaron que los recogerán la próxima semana en un acto que tendrá lugar en la Universitat Pompeu Fabra. Y de repente Albert apareció en el patio de butacas mientras el escenario se transformaba en estudio de radio. Completada la recreación la voz de Primitivo Rojas volvía para dar paso a tres llamadas. En la primera una señora que se identificó como la lideresa -que hablaba como Esperanza Aguirre- decía echar de menos su trabajo, en la segunda la oyente a quien echaba de menos era a su exmarido, se llamaba Belén Esteban y colgó al enterarse que no había llamado a Sálvame. Y en la tercera una gitana de nombre Jerusalén hablaba de las ventajas y desventajas de tapar las grietas de su casa con miga de pan mezclada con agua. Las tres voces eran la de Mónica Chaparro.

El regalo de Concha

El momento más maravilloso y emotivo de la carrera de Concha García Campoy tiene que ver con Joaquín Soler Serrano. El desaparecido periodista está considerado el padre de la radio social gracias a 36 horas de emisión ininterrumpida para ayudar a los damnificados de las inundaciones de 1962 en Barcelona que se saldaron con un millar de muertos. Consiguió reunir 25 millones de pesetas.

Resulta que Concha que por entonces tenía cuatro años y vivía con su familia en Terrassa fue una de las damnificadas. La riada se llevó su casa por delante y a ellos se les dio por desaparecidos. Años después de aquello entrevistó a Joaquín y juntos se emocionaron. Anoche el hijo de la presentadora recogío el Joaquín Soler Serrano de Radio y Televisión en su nombre y ella hizo llegar un mensaje televisado para agradecer a sus compañeros de profesión el mejor de los regalos y hablar sobre lo circular que es a veces la vida.

Con la entrega de la Medalla de Oro, la mayor distinción de la Academia de las Artes y las Ciencias Radiofónicas de España, a Manuel Aznar Acedo -padre del expresidente José María Aznar- a título póstumo -lo recogió su viuda-, la entrega de placas a los representantes de la UNESCO y Federico Mayor Zaragoza, por instaurar el Día Mundial de la Radio y un cóctel finalizaba la velada. Off air.





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