La pasión de Tomás y Pozuelo

Tomás Pérez habla con tanta pasión del Agility que cualquiera podría pensar que además de experto en el deporte lleva media vida practicándolo. Pero no es así. La pasión se la contagió su amigo Ricardo Santaolaya -actual Campeón de España- hace cuatro años. Un poco antes le había regalado un border collie, lo más parecido a un perro atleta. Y la afición y los entrenamientos hicieron el resto. Ahora Hannibal tiene seis años y medio y un futuro prometedor dentro y fuera de España para el que se prepara desde los nueve meses. Pero como diría el otro Lecter... vamos por partes.

- ¿Cómo surge la idea de crear la Agrupación Deportiva?

Porque Pozuelo puede ser una buena cantera. Mi amigo Ricardo y yo la dimos de alta en la Comunidad de Madrid en noviembre del año pasado. Es una asociación sin ánimo de lucro y deportiva porque lo que nosotros practicamos, Agility, está considerado un deporte; emergente en España pero consolidado en otros países europeos como Alemania donde hay gente que se dedica profesionalmente a esto. Alrededor de 20.000 personas practican el deporte y la mayoría tiene nave propia con 3.000 metros de césped artificial y obstáculos. Es la pista ideal y su precio ronda los 13.000 euros. En España hay unas 700 personas federadas pero lo practican cerca de 2.000. En Pozuelo es difícil practicarlo porque necesitamos una pista de al menos 1.000 metros y ahora mismo entrenamos en un terreno de 300 que nos ha prestado un vecino. Y cuando demos de alta el Club de Pozuelo -estamos en ello- tendremos que desplazarnos con nuestros perros a Segovia donde una amiga nos va a prestar una parcela.

- ¿Y por qué un Club de Agility en Pozuelo?

Aunque en los alrededores hay un par de clubes nosotros queremos hacerlo a nuestra manera y formar a gente de aquí. Tenemos la ilusión de funcionar de forma independiente y muchas peticiones de vecinos interesados pero poco podemos hacer porque el terreno es muy limitado. Ricardo descubrió el Agility en una exhibición en Hipercor Pozuelo hace una década y al poco comenzó a practicarlo. A mi me entró el gusanillo y empecé a entrenar con mi perro, Hannibal. Te puedo decir que no nos ha ido mal... Mi amigo ha ido a cuatro mundiales -en uno de ellos ha ganado una manga- y ha sido dos veces campeón de España y otra subcampeón. Yo voy este año al mundial. Hace nada hemos competido en un pueblo de Zaragoza en una prueba con 400 perros procedentes de toda Europa y yo he quedado en cuarto puesto siendo el segundo mejor español.

Deportistas y competición

Tomás asegura que para practicar Agility lo único que necesitas es un perro que tenga más de 18 meses, formarte un poco y manejarte. Luego matiza que para la competición hay razas ideales como el border collie o el pastor belga malinois para la altura grande -en la que el participa con Hannibal- y caniches, sealyham o pastor de los pirineos para la altura pequeña pero que a nivel de diversión lo puede hacer cualquiera con su perro; tras tres o cuatro meses de formación.

- Osea que hay perros más preparados para la competición...

Yo siempre pongo el ejemplo de las carreras de 100 metros. Una persona con sobrepeso las podría correr sí, las podría ganar, no pero podría correrlas. Es un poco lo de siempre. En España hay tres niveles de competición: grado 1 por el que se empieza, es decir perros en formación, grado 2 para perros que pasan de grado 1 con más diversión que competición y grado 3 que es la competición donde estamos nosotros. Sólo los de grado 3 pueden ir al campeonato del mundo, al de España los de 2 o 3. Y por supuesto, para competir, tienen que estar federados.

- Háblame de tu perro ¿Podría decirse que es como un deportista de élite?

Hannibal tiene seis años y medio y pesa 14 kilos. Lleva en competición desde los 18 meses aunque preparándose para competir desde que los nueve meses así que sí podría decirse que es un deportista de élite. Antes de tenerlo llevaba años presenciando en directo pruebas de Agility. Asistí a tres mundiales en Valladolid, Noruega y Finlandia porque me gustaba muchísimo. Tenía claro que quería dedicarme a esto en mis ratos libres, por afición, porque yo vivo de mi trabajo. Así que poco a poco me fuí metiendo en el mundillo y ahora Hannibal y yo entrenamos cuatro días a la semana. Además vigilo su alimentación -sólo come 200 gramos al día de pienso para perros deportistas- y los entrenamientos son físicos y mentales. Mi perro necesita mucha actividad y si estuviera por aquí probablemente te traería una pelota para que se la lanzaras lo más lejos posible un buen número de veces. Fuera de los entrenamientos es un perro normal, simpático... una alfombra.

- Competís en España y fuera de nuestras fronteras ¿Qué tal se porta Hannibal en los viajes?

Pues muy bien. Sólo ha viajado en la bodega del avión una vez porque habitualmente nos desplazamos en coche. Por ponerte un ejemplo, el año pasado fuimos a Bélgica, a competir al open europeo, la segunda prueba más importante del mundo y después a Milán, al Border Collie Classic así que tenemos miles de kilómetros de carretera. En verano metemos en su maleta el chaleco refrigerante para el calor y en invierno uno que le protege del frío.

- ¿Cuántas competiciones suele haber al año?

Puede haber una cada semana. De barrio, de municipio. Coinciden en distintos lugares de España. A lo mejor hay cinco o seis competiciones a la vez en España. Es un deporte que está creciendo bastante. El otro día leí que en Valencia ya han participado más de un centenar de perros en alguna prueba.

- Hannibal y tú formáis parte de la Selección Nacional de Agility que competirá el próximo mes de septiembre en el Mundial de Luxemburgo ¿Cómo se llega a la Selección?

- La Federación Española organiza cuatro fines de semana de competición -sábado y domingo- con pruebas que valen unos puntos y van los cinco perros de España que más puntos hagan. Es una satisfacción haberlo conseguido pero ahora tengo que hacer frente a los gastos porque nos dan una ayuda de 650 euros para pasar cinco noches en Luxemburgo pero como yo voy por primera vez tengo que pagar una cuota de socio de 280 euros. Así que me quedan 370 euros para ir y volver. Y tenemos que ir a hotel.

- Pero si ganas ¿Puedes recuperar la inversión?

- No porque los ganadores no obtienen recompensa económica. No hay premios en metálico sino trofeos, medallas y escarapelas. En algún club a veces también un saco de pienso que como no es el que le doy a mi perro acabo regalando a un amigo. A nosotros nos cuesta dinero competir pero todos las aficiones conllevan un gasto. Un porcentaje de mi nómina lo dedico a viajar para competir. Ah! y encantado de la vida.

La cantera

Eso no hace falta que lo jure. Sonríe de oreja a oreja hablando de Hannibal y da todo tipo de detalles al preguntarle por los circuitos. Hasta se emociona contando que tiene siete minutos para reconocerlo sin el perro y que luego su misión consiste en guiar a su amigo para que salve los obstáculos lo mejor posible en el menor tiempo posible. "En una de las últimas competiciones a las que hemos acudido el primero ganó al segundo por una centésima, es muy emocionante sobre todo cuando el nivel es alto".

El abuelo de Hannibal fue campeón de España de pastoreo. Así que de raza le viene al border collie. Para mantenerse en forma además de los cuidados de Tomás recibe los médicos: vacunas -incluída la de la rabia-, un análisis al año y radiografías periódicas de las articulaciones. Y descansa dos o tres semanas al año. Por lo demás es igual que cualquier otro perro de Pozuelo. Y hablando de perros y de Pozuelo...

- ¿Cómo ves la posibilidad de crear una cantera de Agility en Pozuelo?

Ahora mismo difícil porque aunque en Pozuelo puede haber alrededor de 18.000 perros -aunque sólo haya 9.000 censados- sólo una pequeña parte podría dedicarse a la competición. Por diversión... todos. Pero para ambas cosas tendríamos que contar con instalaciones adecuadas que no tiene porque ser indoor. En Boadilla del Monte hay un parque sólo de perros de 10.000 metros, espectacular, con obstáculos. En Alcorcón hay un club y en Madrid cinco o seis... En los últimos meses nos hemos reunido con responsables municipales para comentarles nuestro interés en hacer llegar el mundo del Agility a los vecinos y les hemos pedido algún espacio para practicar o hacer exhibiciones. También les hemos propuesto realizar actividades formativas porque tenemos muchas horas de formación como adiestradores caninos. Yo creo que en Pozuelo hay perros mal educados y dueños que o no llevan correas o que tiran demasiado de ellas; incluso de las de ahogo y castigo. El perro bien educado es el que tú llamas y viene.

Y terminamos hablando de cacas. No es un tema de conversación agradable pero desgraciadamente, y a pesar de los esfuerzos municipales, siguen formando parte del paisaje de Pozuelo. Tomás piensa que quizás ayudaría impartir charlas y concienciar a los niños en los colegios. Quizás.