Este ha sido un largo viaje de 3.000 kilómetros, una pequeña aventura llena de ilusión que nos ha llevado a niños y mayores –del 26 de marzo al 3 de abril- a conocer paisajes y culturas completamente diferentes a las que podemos disfrutar en el “primer mundo”. En la caravana de El Desierto de los Niños 2010 han participado 142 personas (de las cuales 60 eran niños), 40 coches y 1 camión.
El Desierto de los Niños es un viaje a Marruecos, donde se mezclan ocio y rutas 4x4 con acciones solidarias, en el que las familias (adultos y niños) viajan en su todoterreno en la Semana Santa de cada año.
En este viaje, los niños españoles han disfrutado de la naturaleza en su estado más puro. Pero, además, les ha servido para conocer de primera mano que hay un mundo muy diferente al suyo, en el que niños como ellos no tienen ni unos zapatos que ponerse -ni cuando juegan al fútbol, como pudieron comprobar- , o que para poder ir al colegio tienen que recorrer cada día a pie varios kilómetros.
Desde un principio el viaje El Desierto de los Niños intenta aportar una ayuda, un granito de arena a los niños del país visitado. Esos niños que han tenido la mala fortuna de nacer en un sitio en el que no basta con abrir un grifo para que caiga agua o que ni siquiera pueden cubrir sus necesidades más elementales. Este proyecto cumple además una función solidaria y año a año llevan, entre otros, un camión de material escolar, que reparten en diferentes escuelas, donde nuestros niños puedan disfrutar de ese momento tan emotivo que supone poder dar algo a otros niños que tienen menos que ellos.
En 2004, la revista Autoverde 4x4 organizó en Semana Santa un viaje a Marruecos para sus lectores. A este viaje acudieron 16 vehículos todoterreno y en uno de ellos viajaban dos pequeños de 7 y 9 años, Macarena y Carlos (Carlitos). Disfrutaron del viaje como el que más y, viendo como se deleitan con cada momento, al organizador de la travesía y director de la revista, Ignacio Salvador, se le ocurrió por qué los padres tenían que “colocar” a sus hijos para hacer un viaje de estas características. Así se decidió que para el próximo año el viaje se diseñaría para que lo pudieran disfrutar niños y mayores.
La edición de 2005 fue organizada para esas familias que no se atrevían a viajar a Marruecos porque tienen niños pequeños y se llamó “El Desierto de los Niños”.
Tanto Hyundai como Coca-Cola España creyeron desde el primer momento en el proyecto, ayudando incondicionalmente. Gracias a Coca-Cola se pudo unir a la primera expedición un camión 4x4 cargado con 2.000 mochilas con material escolar (bolígrafos, cuadernos, pinturas de colores...), pizarras, borradores, tizas, balones, tazones y un largo etcétera. Así se inició y este año se ha celebrado la sexta edición, que ha contado también con la activa participación de Inmaculada García, Federico Granda y Nacho Salvador, socios fundadores de ADN (Asociación Desierto Niños) y la presencia y ayuda del copiloto Lucas Cruz, ganador junto a Carlos Sainz, del Dakar 2010 Argentina-Chile. Y un gran equipo de monitores que se han encargado de realizar todas las actividades con los niños de la expedición y también con los marroquíes.
ASOCIACIÓN DESIERTO NIÑOS
La Asociación Desierto Niños nació en octubre de 2009, con el fin de canalizar la ayuda que, tanto personas que han participado en alguna edición de El Desierto de los Niños, como ajenas al viaje, han querido prestar a los niños marroquíes.
La Asociación se encarga de que cada euro aportado por los socios vaya directamente a los niños marroquíes llevando a cabo proyectos y programas de educación y formación infantil, así como otras acciones solidarias y/o humanitarias. El Desierto de los Niños es el viaje solidario que se realiza en Semana Santa y la Asociación es el instrumento que ayuda a canalizar la ayuda recibida durante todo el año. En principio son diferentes pero se complementan de una forma total. Por ejemplo, en esta edición de 2010 el Desierto de los Niños ha inaugurado el aula de costura en la escuela de Arfoud, con máquinas de coser que se han comprado con fondos de la Asociación.
Otro proyecto en marcha es dotar de luz eléctrica a una pequeña escuela situada en medio del desierto. La idea es instalar unos paneles solares que les permita ser autosuficientes. Si el presupuesto lo permite, esos paneles servirán también para dar luz a la bomba del pozo y a otros lugares de la población.
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