Cuando las responsables de Cruz Roja Pozuelo idearon, hace más de una década, una fórmula para valorar el esfuerzo de los socios y voluntarios que ayudan a sacar adelante su proyecto solidario no imaginaban que acabaría convirtiéndose en tradición ni que serviría para celebrar sus Bodas de Plata de Cruz Roja.
En mayo de 1987 Cruz Roja Española llegaba a Pozuelo con 5 voluntarios y 17 socios y se instalaba en un despacho con mesa y bandera de un pequeño edificio con jardín a medio camino entre el Pueblo y la Estación. Hoy la sede es más grande, cuenta con un equipo técnico, cerca de 200 voluntarios, más de 2.600 los socios y tiene una treintena de programas en marcha. En 2011 Cruz Roja destinó a la Asamblea de Pozuelo alrededor de 400.000 euros.
Un poco de historia
En 25 años la sociedad de Pozuelo ha cambiado mucho. Al tiempo que Cruz Roja abría sus puertas la población se volvía multicultural. Llegaban los primeros inmigrantes y desde la asamblea se les proporcionaba asistencia médica. Con escasos medios y pocos voluntarios pudo más el espíritu solidario. Por entonces se hizo un gran esfuerzo en la búsqueda de fuentes de financiación y captación de socios.
Con la puesta en marcha en los noventa de los primeros cursos de socorrismo, se ofreció además de formación una salida laboral a los jóvenes de Pozuelo. La familia creció con la llegada de los objetores de conciencia que ayudaron en programas como los de animación en residencias o equinoterapia. Y, de paso, descubrieron lo cerca que se puede estar de las personas.
La ampliación de la sede en 2006 y la entrada en funcionamiento de una base de socorro, adherida a la red de bases de Cruz Roja Comunidad de Madrid, supuso un apoyo al municipio en materia de emergencias. Había una ambulancia más en Pozuelo. También se consolidaron los programas de ocio saludable de Cruz Roja Juventud y se hizo realidad Jorcaruz, un espacio radiofónico semanal con los adolescentes como protagonistas.
Medallas, esculturas, diplomas y flores
Tras un pequeño viaje al pasado, Adriana Hochleitner, presidenta de Cruz Roja Pozuelo, fue la encargada de abrir la gala del 25 aniversario con una panorámica sobre la labor de la asamblea en la actualidad y de entregar las primeras distinciones a Carmen Figuera, María José Villa, Fernando Martín, María Concepción Callejas, Ángel Arranz, José Antonio Fernández, Nieves Escribano y Amalio Martín. Insignias de plata, un diploma y una edición numerada y limitada de una obra del poeta y ensayista granadino Luis García Montero en agradecimiento a su compromiso con la solidaridad durante casi cuatro décadas. Para que no olviden nunca lo importante que es para todos su ejemplo. También condecoró a la concejal de Familia del Ayuntamiento, Beatriz Pérez-Abraham, por su apoyo personal e institucional a Cruz Roja Pozuelo.
Tras varias apariciones de tres aspirantes a conducir la gala, los actores de Cantinelas Teatro-La Lavandería, se entregaron las medallas por la participación en la Fiesta de la Banderita en su categoría de oro, plata y bronce. Y hubo un agradecimiento público al futbolista del Real Madrid Raúl Albiol que en noviembre pasado recorrió el corazón del pueblo hucha en mano. Después se concedieron dos nuevos reconocimientos en forma de cruz a los voluntarios que, desde hace más de una década, colaboran con Cruz Roja Pozuelo; Miguel Morgado y Olimpia Reques y los que destacaron por su labor en 2011. Por último, los responsables del Hospital Universitario Quirón Madrid y Mienergia recibieron una pequeña bola del mundo por su desinteresada colaboración con la asamblea local y la directora de Cruz Roja Pozuelo, Flor Cataluña se llevó un reconocimiento sorpresa por sus más de dos décadas de trabajo.
Con la entrega de un recuerdo en forma de fotografía a quienes han ocupado la presidencia de Cruz Roja Pozuelo; Josefina Rubio, Laura Aguado, Jose Ignacio de Miguel y a la actual presidenta, Adriana Hochleitner se puso punto final a una velada mágica. Que terminó con flores y un deseo: cumplir, por lo menos, otros 25 años más cerca de las personas. Aquí, en Pozuelo.
Fotos: Lola Montero
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