Con la llegada de las vacaciones escolares hay más tiempo para disfrutar al aire libre. Los días son más largos y las rutinas se relajan, lo que hace del verano una oportunidad ideal para enseñar a los más pequeños a montar en bicicleta. No se trata solo de una actividad divertida. Montar en bici marca un antes y un después en el desarrollo físico y emocional, ya que fomenta la autonomía, la coordinación y la autoestima de los más pequeños.