Este año y gran parte del pasado, además, la mascarilla nos ha permitido poco juego con nuestra cara, con lo que los abalorios utilizados se han vuelto cada vez más indispensables para dar un toque de personalidad a nuestro estilo y nuestra forma de presentarnos ante el mundo, ya sea con amigos, con compañeros de trabajo o con familia.
Un anillo, unos pendientes adecuados o un collar han sido la muleta de los ojos achinados por una sonrisa que no se veía a menos que no estuviese dando un trago a una bebida o un bocado a cualquier cosa de comida.
Ahora que las mascarillas comienzan a pasar a mejor vida – habrá que esperar que efectivamente sea así – la belleza está en todo su esplendor, recuperándose y lista aguardando en la parrilla de salida.
La belleza en ropa, en complementos, en maquillaje…Y es que, a pesar de la gran fama que tienen la moda italiana o la moda francesa, España, de un tiempo a esta parte, viene pisando muy fuerte, con propuestas atrevidas, alegres y elegantes que dan color y visten cualquier atuendo básico, dándole un aire de glamour si se combina bien.
Pinceladas de la moda española en el mundo
Probablemente Agatha Ruiz de la Prada fue de avanzadilla incursando sus originales novedades y diseños en prácticamente todo los rincones del mundo. Puso corazones en todas partes y coloreó los grises que se arrastraban entonces.
Hoy por hoy, la moda española no tiene nada que envidiar a la de los países vecinos, tanto es así que el imperio de Amancio Ortega ha crecido como la espuma y en muchas ciudades del mundo es considerado alta gama con sus diseños propios. Evidentemente detrás no está el azar, sino una estrategia, tanto en el estudio de las tendencias de moda a nivel mundial y local como en el estudio de la estrategia empresarial, midiendo al milímetro la decisión de apertura o clausura de cada tienda.
Por otro lado, cada vez son más las marcas de ropa que asocian a sus prendas complementos de bisutería. Lo vemos en Mango o en H&M, aunque esta última no sea española. Precios asequibles para irte con todo el look armado a casa. En muchas ocasiones, algunos pendientes de una de estas dos tiendas se han hecho tan conocidos que es difícil no ver a alguien por la calle con ellos.
Un ejemplo podrían ser los que llevaba Amaia en Operación Triunfo de su año, esas caras a mano alzada que todo el mundo quería conseguir a toda costa y a las que también les salieron rápidamente imitaciones.
Talleres familiares, la cuna del éxito
Cuando la moda se populariza demasiado deja de ser tendencia y casi podría decirse que pierde toda su razón de ser. Quizá por eso se intenta huir de las grandes firmas y comerciales hacia otras más especializadas que se podrían definir como boutique y artesanales.
El acabado artesanal se nota y cada vez es más valorado en la moda ya que, al ser manos humanas, muchas veces no se encuentran dos piezas exactamente iguales por lo que la originalidad se deja palpar.
Igualmente, el contar todavía con la artesanía como fuerza dentro de la creación de los productos hace que en muchas colecciones puedan ser más dinámicas, abiertas y casi al gusto del consumidor, como se suele decir en otros ámbitos.
El trato cercano y familiar siempre es una cuestión de valorar a la hora de comprar una joya o un complemento, no importa que sea de oro, de latón o de plata.
Así lo traslada RAS en cada uno de sus diseños que no deja indiferente a sus fieles seguidoras que cuentan con un estilo propio, único y delicado, que trabajan también diseños personalizados con mucho mimo y cariño.
Trabajar con un propio tempo y modus operandi es importante ya que eso también queda reflejado en la pieza final que acaba en la exposición de una tienda por la que pasarán muchas personas que quizá, en un primer momento, no tengan pensado comprar nada.
Otras marcas como Julieta Álvarez, Isidoro Hernández o Cristina Junquero también han traspasado fronteras y trabajan también con especial cuidado de la mano de distintos diseñadores de ropa para que sus productos puedan ser vistos en las pasarelas más importantes del mundo, así como distribuir en todos los rincones.
La moda no es una flauta que seguir o una expresión del cuerpo, va mucho más allá. Es una expresión del alma, de la forma de ser de cada persona y todo tiene que corresponderse con la realidad.