500 estudiantes de seis institutos de Pozuelo de Alarcón discutieron ayer sobre la violencia juvenil y, en particular, sobre los altercados que ocurrieron el pasado 6 de septiembre durante las Fiestas de la Consolación. Durante la Jornada Educativa "Violencia juvenil, el problema es de todos" se buscaron culpables, pero también soluciones.
La sociedad, la educación o los malos ejemplos son algunos de los culpables que los jóvenes de Pozuelo de Alarcón esgrimieron ayer para justificar los eventos ocurridos en las pasadas fiestas, hechos que calificaron de aislados. Según estos jóvenes, de entre 15 y 16 años, todo comenzó con una disputa entre unos pocos que posteriormente se agravó, sobre todo, tras la actuación de la policía. Muchos de los jóvenes que asistieron a la jornada aseguraron haber visto agresiones injustificadas y abusos de poder policial.
También hubo tiempo de reprender a los adultos por el mal ejemplo que ofrecen a la juventud. "Si vemos que en el Congreso de los Diputados están durmiendo o ausentes de las sesiones, ¿de quién es la crisis de valores? Creemos que no es de la juventud, sino de todo el mundo", afirmaba Laura Monleón, del instituto Kensington.
Pero estos jóvenes también son conscientes de su propia responsabilidad dentro de la sociedad. Algunos de ellos expresaban su voluntad de mejorar y no convertirse en meros espectadores de lo que pasa a su alrededor. Celia Martínez, del Liceo Sorolla, tranquilizaba a los asistentes: "Adultos, no os preocupéis, aunque parezcamos alocados, lo vamos a hacer bien"
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