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¡Alerta manchas o cómo combatirlas con la ayuda de una dermatóloga!

viernes 26 de agosto de 2022, 12:40h
¡Alerta manchas o cómo combatirlas con la ayuda de una dermatóloga!
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Las manchas es una de las preocupaciones cutáneas más extendida. Provocadas por distintos factores, como el sol o problemas como el acné, las manchas tienen solución. Nos lo cuenta la doctora Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra. Pérez Sevilla.

Aunque parece haber una lista interminable de problemas e irritaciones de la piel, las manchas es una de las principales preocupaciones cutáneas. Sobre todo, tras finalizar el verano. Si no sabes localizar cuál es tu tipo de mancha y qué solución hay para eliminar cada una de ellas, la doctora Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra. Pérez Sevilla, despeja todas las dudas al respecto y sugiere distintos tratamientos para eliminar las manchas.

¿Qué tipos de manchas existen?

Hay diferentes tipos de manchas, aunque todas nos parezcan iguales a simple vista. Es importante diferenciarlas porque también el tratamiento varía según el tipo de mancha. Las cuatro manchas principales que aparecen en el rostro son: melasma, pecas, lentigos e hiperpigmentación postinflamatoria (HPI). El melasma, las pecas y los lentigos pueden deberse al sol, las hormonas y factores hereditarios. La hiperpigmentación postinflamatoria se deriva de las marcas y heridas del acné.

En primer lugar, vamos a distinguir entre las comúnmente conocidas como manchas oscuras y las blancas. Las primeras son producidas por una hiperpigmentación cutánea, consecuencia de una sobreproducción de melanina. Estas son las manchas mas habituales en el rostro. Las segundas se deben al efecto contrario, la hipopigmentación, debido a la carencia o ausencia total de melanina. Debido a la hiperpigmentación cutánea, las manchas en la cara más comunes que podemos encontrar son las siguientes:

  • Pecas. Son una de las manchas en la cara más comunes y resultan muy fáciles de reconocer. Cuentan con un reducido tamaño y una tonalidad marrón, provocada por una microlesión debida a la acumulación de pigmento. Suelen aparecer en personas de piel clara y su único inconveniente podría ser estético, no suponiendo ningún riesgo para la salud.
  • Lentigos. Consisten en pequeñas manchas de tonalidad marrón variable. Son muy parecidas a las pecas, la diferencia es que estas aparecen como consecuencia del paso del tiempo y de la exposición solar continuada. El termino lentigo hace referencia a su similitud con la forma y color de una lenteja. Su tamaño oscila entre los pocos milímetros hasta los 2 cm. La mayoría de ellas son benignas, pero suelen resultar poco estéticas.
  • Melasma. Este tipo de alteración, se da en su gran mayoría en mujeres. Es una pigmentación facial que suele seguir un patrón simétrico en frente, labio superior y mejillas. Es de origen hormonal y empeora con el sol, aunque la radiación no es su causa directa. En ocasiones es muy resistente al tratamiento.
  • Hiperpigmentación postinflamatoria. Es una mancha que se produce en la piel después de un proceso inflamatorio. Puede afectar a la cara y al cuerpo, sobre todo a las zonas expuestas a la radiación UV. Es más frecuente en pieles oscuras, aunque no es exclusiva de ellas.

¿Cuándo debemos preocuparnos por una mancha en la piel?

La regla del ABCD es bastante útil a la hora de determinar si tenemos que preocuparnos o no, ya que resume los principales signos de alerta de sospecha. En general, la gran mayoría de lesiones susceptibles de ser extirpadas cumplen más de uno de estos cuatro criterios:

  • Asimetría: forma irregular, no redondeada.
  • Bordes irregulares.
  • Color. Cambios de color o la presencia de dos o más colores. Los lunares benignos pueden ser de color marrón claro u oscuro, pero son homogéneos. En cambio, las lesiones malignas suelen tener dos o más tonos: marrón, rojizo, negruzco…
  • Diámetro o medida superior a seis milímetros.

Lo recomendable en personas con pecas, lunares u otras manchas en la piel es acudir al dermatólogo una vez al año como mínimo para controlar las pecas y manchas de la piel, de carácter preventivo.

¿Qué tratamientos existen para cada una de las manchas?

Es fundamental el tratamiento en casa, utilizando cosméticos despigmentantes, exfoliantes para dejar la piel lo más lisa y homogénea posible, así como tratamientos antioxidantes. Ciertos activos como el ácido kójico, la hidroquinona, la niacinamida, el phe-resorcinol, el ácido glicólico, ácido tranexámico, vitamina C, etc. pueden ayudarte a reducir las manchas.

Cuando las manchas ya llevan mucho tiempo, existen tratamientos estéticos como el peeling médico, el láser, etc. que pueden ayudar a reducir la pigmentación y eliminar las manchas. Ten en cuenta que estos tratamientos no eliminan las células que producen la pigmentación, así que la protección solar y los tratamientos despigmentantes deben seguir formando parte de tu rutina de belleza.

Los lentigos solares responden muy bien al láser, las manchas postinflamatorias y el melasma deben tratarse con despigmentantes tópicos y peelings, reservando láseres específicos como tratamiento complementario.

  • Despigmentantes tópicos: inhiben la producción de melanina, es decir, el pigmento que da color a la piel.
  • Despigmentantes orales: a veces este tratamiento es necesario en casos de melasma severo, cuando los tópicos no son suficientes, y también bloquean la producción de melanina.
  • Retinol: facilita la penetración de los activos despigmentantes y renueva la piel.
  • Antioxidantes: protegen de los radicales libres que muchas veces producen hiperpigmentación en la piel.
  • Peelings químicos: exfolian las capas más superficiales de la piel dejando al descubierto una piel más clara y más uniforme.
  • Láser: eliminan lentigos solares y a veces son buen complemento para el tratamiento del melasma. Los láseres más eficaces para tratar lesiones pigmentadas son los que llamamos Q-switched, pues emiten pulsos de alta energía pero muy cortos, dando lugar a una ruptura de la melanina sin dañar la piel de alrededor sana. En general los resultados son muy buenos desde la primera sesión, aunque hay casos más complicados que requieren más sesiones y más tiempo, pudiendo necesitarse 2-5 sesiones espaciadas por 1-2 meses.
  • Luz pulsada: es eficaz para el fotoenvejecimiento facial, del escote o de las manos, así como para los lentigos solares (también para lesiones vasculares). Además, otro beneficio es que mejora la calidad de la piel de forma global, produciendo luminosidad y estimulando la producción de colágeno, es decir, mejorando la textura como el poro dilatado o las arrugas superficiales. Se recomiendan 2-3 sesiones el primer año, y posteriormente una sesión anual de mantenimiento. Las sesiones pueden realizarse cada 3-4 semanas.

¿Se pueden eliminar por completo?

Sí, se pueden eliminar por completo con los tratamientos ya mencionados, pero es importante saber que la piel donde ha aparecido una mancha, sea del tipo que sea, ya es una piel con un daño solar importante, por lo que el riesgo de que aparezcan otras en la misma zona o en zonas próximas es bastante mayor que en otras personas. Por eso, además del tratamiento para eliminarlas, es muy importante un tratamiento de mantenimiento.

¿Qué tratamientos de manchas se pueden realizar en verano?

En verano se pueden mantener los despigmentantes orales y también los tópicos si nuestra piel ya está acostumbrada y no se irrita al aplicarlos. Además, podremos realizar peelings químicos superficiales, que únicamente exfolian la capa más superficial de la piel y que, por tanto, no tienen riesgo. También podremos realizar láser q-switched para manchas muy concretas y localizadas, pues es un tratamiento que solo afecta a zonas concretas de nuestra piel dejando el resto sin ningún tipo de daño.

¿Qué tratamientos de manchas dejaremos en invierno?

Para el invierno reservamos incrementar las concentraciones de los despigmentantes tópicos y del retinol, pues pueden irritar en exceso la piel y no es conveniente la exposición solar cuando tenemos la piel irritada.

Además, también reservaremos para invierno tratamientos con peelings más profundos que pueden llevar a la dermis que es la capa más profunda de la piel; y láseres más potentes y que pasamos por todo el rostro para lograr un tono más homogéneo y un rejuvenecimiento, como el láser co2 fraccionado y la luz pulsada intensa.

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