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La artrosis felina, una patología silenciosa que afecta al 40% de los gatos

viernes 17 de febrero de 2023, 08:56h
La artrosis felina, una patología silenciosa que afecta al 40% de los gatos
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A diferencia de los perros, que salen a pasear y por ello es fácil para sus cuidadores valorar si padecen alguna pérdida de movilidad, en los gatos, que son muy independientes, es difícil interpretar si están padeciendo algún grado de dolor crónico

En caso de detectar signos de alarma, tales como cambios de humor o sensibilidad al tacto, es preciso acudir a un veterinario especialista en traumatología para empezar a tratar la patología cuanto antes

Los expertos insisten en la importancia de los controles veterinarios rutinarios para ayudar a la detección precoz de esta enfermedad en los gatos y conseguir así más fácilmente resultados satisfactorios a largo y corto plazo

Aproximadamente un 40% de los gatos tienen signos clínicos de osteoartrosis y el 90% de los gatos mayores de 12 años muestran evidencias en las radiografías de padecer esta enfermedad[1]. Sin embargo, mientras que es común hablar de la artrosis en perros, se tiende a prestar poca atención a que los felinos también la sufren. Esto se debe a la dificultad que encuentran los cuidadores para identificarla.

El gato es un animal muy independiente, él decide cuándo y dónde moverse, esto hace más difícil interpretar si está padeciendo algún grado de dolor crónico”, explica Miquel Palet Sancho, Practice Manager de AniCura Lauro Hospital Veterinari. “La diferencia más notoria con los perros -añade- es que los gatos no salen a pasear con sus cuidadores. En cambio, los perros salen, corren e interaccionan con otros de su especie, por lo que es más fácil valorar si padecen alguna pérdida de movilidad”.

Cómo un cuidador puede identificar la artrosis en su gato

La artrosis es una enfermedad que afecta a las articulaciones móviles y que provoca diferentes grados de dolor y manifestaciones clínicas en función de si quien la parece es una persona o animal. En el caso de los gatos, la manifestación más frecuente es la pérdida de su movilidad gradual, a veces asociada de forma errónea a la edad avanzada del animal. “También se observan cambios en su comportamiento como dificultad en subir o bajar alturas, orinar o defecar en lugares inapropiados, cambios de humor, sensibilidad al tacto, signos de agotamiento por falta de descanso…”, comenta Miquel.

En caso de detectar esos signos, es preciso acudir a un veterinario especialista en traumatología, quien realizará una exploración e interpretación clínica cuidadosa, así como pruebas de imagen tales como radiografías y tomografías computarizadas.

Prevención y tratamiento de la artrosis

La prevención de la artrosis en gatos se asemeja mucho en las distintas especies. Ante todo, se debe tener en cuenta una buena selección genética que evite patologías primarias que puedan secundariamente favorecer los procesos degenerativos articulares artrósicos; una dieta adecuada con un control minucioso del peso; y ejercicio moderado y adecuado para la edad del paciente.

Asimismo, los controles veterinarios habituales pueden y deben ayudar a la detección precoz de esta enfermedad tan difícil de identificar por parte del cuidador, un hecho que supone que tan solo el 13% de los casos sea diagnosticado[2]. “Esto nos ayudará a empezar a tratarla de forma precoz y conseguir más fácilmente resultados satisfactorios a largo y corto plazo”, indica el Practice Manager de AniCura Lauro Hospital Veterinari.

En cuanto al tratamiento, este es multimodal, es decir, se adecúa a las necesidades de cada fase de la enfermedad con el objetivo de controlar el dolor crónico y recuperar la movilidad de una forma rápida y efectiva. Actualmente se encuentran disponibles los antiinflamatorios no esteroideos, los opiáceos, los antagonistas NMDA, los gabapentinoides, los cannabinoides y los recién incorporados anticuerpos monoclonales.

Asimismo, existen tratamientos que complementan esa medicación, tales como las dietas ricas en omega 3 y los condroprotectores (complementos alimenticios para prevenir y tratar las enfermedades articulares). “Además, siempre se debe tener en cuenta la posibilidad de realizar fisioterapia y rehabilitación, y también contemplar la cirugía en los casos donde el tratamiento médico y la rehabilitación no consigan los resultados óptimos esperados”, concluye.

[1] Calvo, N., López, M., García, P., Cervantes, S, Palmero, M., Del Pueyo, G. Guía del manejo del OA Felina en la nueva era.

[2] Calvo, N., López, M., García, P., Cervantes, S, Palmero, M., Del Pueyo, G. Guía del manejo del OA Felina en la nueva era.

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