Un viva a las tradiciones no es suficiente. José Antonio Rueda lo dice con conocimiento de causa porque, en otro pleno, el Partido Popular presentó una moción sobre el Año Internacional contra el Alzheimer pero ninguna aportación económica a una asociación que lucha a diario con la enfermedad en Pozuelo y que podría desaparecer. El portavoz de UPyD, sabe que las palabras se las lleva el viento y no ha dudado en reprochar al Equipo de Gobierno la presentación de mociones vacías de contenido. De esas que no aportan nada.
José Antonio Rueda aclaraba en su intervención que no todas las tradiciones se deben defender por el mero hecho de serlo pero sí las que enriquecen la cultura, la convivencia y el patrimonio. Con ironía manifestaba que a punto ha estado de convertirse en tradición la aprobación de proyectos modificados en todas las obras que se han licitado en Pozuelo. Y que también fue tendencia la costumbre de que los alcaldes de Pozuelo fueran imputados en casos de corrupción. "Son algunos casos de tradiciones que no se deben perpetuar ni promover desde al Ayuntamiento. Sin embargo hay algunas otras que deberían ser protegidas y no lo son".
Desidia popular
Como siempre ha vivido en Pozuelo, el representante de la marea magenta conoce bien las tradiciones de una ciudad que antes fue pueblo. Así se refería a una de ellas: "cuentan los viejos del lugar que era tradición que fueran las mujeres a hacer la colada al lavadero de La Poza, esa tradición tampoco debería ser restituida, primero porque no sean solo las mujeres las que laven, que así era, y segundo porque quien lave lo pueda seguir haciendo en su casa sin necesidad de acudir a un lavadero público. Sin embargo tanto el lavadero como la fuente, testigos de esa y otras tradiciones como la despedida de los quintos, están en un estado lamentable, por motivo unicamente achacable a la desidia de este ayuntamiento en cuanto a la conservación de las tradiciones".
Según José Antonio Rueda, otra tradición perdida era "echarse un trago" en la Fuente del Cura, en la confluencia de la Carretera de Carabanchel con San Roque pero tras la peatonalización de la plaza del Padre Vallet anda en paradero desconocido o en los almacenes municipales que, para el caso, es lo mismo que dirían los miembros de la asociación cultural La Poza. "Claro que, a cambio -revela Rueda-, nos han instalado otras fuentes mucho más bonitas, pero de las que no se puede beber, de hecho no se puede ver ni el agua correr".
A este respecto, la concejal de Cultura, Isabel González, anunció que el Equipo de Gobierno está estudiando la posibilidad de acometer la rehabilitación del lavadero público antes de que acabe la legislatura.
Cruz bajo llave
El portavoz de UPyD siguió enumerando tradiciones en su turno de palabra. La mayoría no las mencionó la responsable del área de cultura que quiere preservarlas. Si habló Isabel González de Los Mayos y de la Romería de San Gregorio. Pero según José Antonio Rueda se olvidó de un pequeño detalle: los romeros pasan por la Cruz de la Atalaya y ahora tienen que ir acompañados de una llave porque el monumento está vallado. Quizás para "protegerlo".
La intervención de José Antonio Rueda terminaba así: "de nuevo traen al pleno una moción para cumplir con el cupo sin dotarlas de un fondo concreto, de medidas concretas. Por cierto, alguno de ustedes recuerda una tradición que existía por la que se celebraba una merienda en el centro de mayores cuando alguna pareja de Pozuelo cumplía sus bodas de oro? De eso no hace tanto y también ha desaparecido... por inanición, que la mortadela está carísima".
Fotos B/N cedidas por la Asociación Cultural La Poza
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