Todo empezó por una ley y después siguieron otras que acompañaron el naufragio de la Corporación. Se prometió financiación estable y suficiente, se anunció a bombo y platillo una nueva sede, se rejuveneció la plantilla y el resultado es el que es: una situación económica que llena de incertidumbre el futuro de la CRTVE.
Se ha dinamitado la producción propia, externalizando y hundiendo la utilización de los recursos propios. Mediapro y Overón han venido costando 30,1 millones aproximadamente cada año que han estado prestando servicios en CRTVE. Águila Roja ha emitido 15 capítulos en 2011 con un coste aproximado de 15 millones de euros. Moto GP ha supuesto 42 millones y la “Champions” 35. La utilización media de los recursos propios en 2009 no ha llegado al 36% (Auditoria 2009).
Para tomar estas decisiones se contrató a personal de la calle, con escasa preparación que lo único que hizo fue engordar sus bolsillos con una alta retribución y el cobro de “bonus”. A fecha de hoy quedan 62 directivos que siguen con la misma tónica y que ya han comprometido el 80% del presupuesto de 2012.
Sin financiación, sin sede, sin proyecto, estamos aquejados de un mal endémico, el de la ineficiencia y el despilfarro. Se recogen unos ingresos “por la Orquesta y Coro de RTVE, que en el ejercicio 2009 han sido de 571.482,50 euros” (Auditoria 2009), el IORTV en el ejercicio 2009 presenta “un saldo de 1.058.076,19 euros” (Auditoria 2009), se produce una disminución generalizada en los ingresos del grupo (Auditoria 2009). No se fabrica, no hay ingresos, no se comercializa. Y por cierto ¿donde está la auditoría de 2010?
La mejor televisión con 451 millones
Para enmendar semejante disparate político y empresarial no existe mejor herramienta que la razón. Si desglosamos el total de 1.200 millones de euros de presupuesto y analizamos las grandes partidas se observa que dicho dinero no es neto. El estado da lo que cobra. El coste no es real pues es la misma fuente de ingresos (el Estado) la que se convierte en acreedora de nuestros tributos y gastos.
CRTVE soporta cerca de 118 millones de IVA y una cuota patronal a la Seguridad Social de 74 millones, CRTVE aporta 11 millones más en otros tributos, CRTVE financia el cine con 41 millones para 90 proyectos en 2011, CRTVE financia a productoras, distribuidoras y empresas de servicios y compra materiales por más de 389 millones, CRTVE financia a los medios haciendo publicidad con otros 9,5 millones, CRTVE paga a las sociedades gestoras de derechos algo más de 39 millones, CRTVE paga por el transporte de la señal 67’50 millones + IVA. Un total de 749 millones que no se ven en la CRTVE, que suponen además una carga económica, pues su gestión administrativa y contable es la que cae en nuestras manos.
Y el resto... el resto es con lo que viven 6.454 personas y sus familias, se hacen los programas de producción propia, los informativos y contenidos, con lo que mantienen la caja del entretenimiento y el Servicio Público. Con algo menos de 451 millones hacemos la televisión mejor y más grande de España. Esta es la realidad.
Ahora tenemos que ponernos nuevamente las “pilas”, otra vez, y aumentar aún más nuestra eficiencia. Pero para ello el Gobierno nos lo tiene que permitir. Se puede obtener, poniendo en marcha el patrocinio de forma efectiva, un montante de algo más de 80 millones de euros, con una Orquesta y Coros a pleno rendimiento; recuperar el sello discográfico y gestionar mejor los derechos de autor pueden generar más de 12 millones adicionales. Un Instituto de Formación Audiovisual, el IORTV, puede aumentar sus ingresos hasta los 6 millones de euros, luego se podría contemplar la prestación de servicios audiovisuales, la generación de ingresos a través de internet o la venta de programas, canales, archivo...
No es justo
En cuanto a los gastos: una política de compras racional puede producir un ahorro superior al 20% y una política de producción propia puede generar unos ingresos adicionales del 60%. Solo aprovechando los recursos que ya tenemos y sin deshacernos de ninguno de nuestros canales, una dirección competente, que conozca el medio, que cuente con los propios trabajadores de la CRTVE; una dirección que dirija y que no malgaste.
Es posible hacer una televisión pública mejor gestionada, más comprometida con el Servicio Público y más barata, tal y como nos demandan los españoles en estos momentos en los que la solidaridad financiera debe ser el único sistema que permita salir del atolladero. Es posible mirar fuera de nuestras fronteras y hacer de la CRTVE un referente audiovisual en el mercado internacional. Un Canal Internacional y una Radio Exterior que proyecte nuestra cultura y nuestro poder económico, que proyecte la “Marca España” y que favorezca esos otros ingresos intangibles que suponen que nuestro país sea considerado como un referente en el panorama social, político y económico. España y la Radio Televisión Pública Española deben abrirse al mundo, y estar presentes en él de forma eficiente.
Lo que no es justo es que a muchos se nos pida un esfuerzo en horas y en salario cuando, por otro lado se paga a Anne Igartiburu y José Mota 30.000 euros a cada uno por dar las uvas. No es justo ni necesario ni ejemplarizante.
USO RTVE
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