La Comunidad de Madrid ha llevado a cabo un programa de formación dirigido a más de 700 profesionales de Atención Primaria, con el propósito de dotarles de herramientas y técnicas adecuadas para manejar conductas violentas. Este esfuerzo busca preparar a los trabajadores del sistema sanitario para enfrentar situaciones conflictivas y posibles agresiones que puedan surgir en los centros de salud y otros dispositivos del primer nivel asistencial.
La iniciativa se ha desarrollado en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, en coordinación con la Seguridad Corporativa del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Durante un periodo de ocho meses, se han llevado a cabo sesiones formativas en cada una de las siete Direcciones Asistenciales de Atención Primaria, culminando hoy con un evento en la capital madrileña. Entre los participantes se encuentran médicos, personal de enfermería y administrativo, así como fisioterapeutas y trabajadores sociales que operan en centros públicos y puntos de atención continuada.
Transferencia de Conocimientos
Los conocimientos adquiridos por los asistentes durante las siete sesiones formativas serán compartidos con el resto del equipo profesional, asegurando así que un mayor número de trabajadores del primer nivel asistencial se beneficien de esta capacitación. Este enfoque busca maximizar el impacto positivo sobre la atención al paciente en situaciones difíciles.
Las clases han sido conducidas por agentes especializados del Cuerpo Nacional de Policía, quienes poseen experiencia en la gestión de este tipo de incidentes. La figura del interlocutor policial sanitario ha sido fundamental para asesorar a la administración sanitaria sobre la implementación de medidas preventivas efectivas.
Además, expertos del área técnica del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales han abordado temas relevantes como el Protocolo para conflictos con usuarios, contribuyendo así a una formación integral que prepara a los profesionales para actuar con seguridad y eficacia ante cualquier eventualidad.