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David Meca se moja en Pozuelo

lunes 02 de julio de 2012, 07:52h

Para prevenir las lesiones medulares producidas por zambullidas. Porque es embajador de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA). En la piscina municipal y con muchos niños y niñas que ahora saben como bañarse seguros.

Cada año se producen en España unos 1.000 casos de lesiones medulares de los que un 15% se deben a actividades deportivas o de ocio como las zambullidas. La llegada del verano trae consigo una manera diferente de divertirse. La temporada de chapuzones y chapoteos comienza y FAMMA-Cocemfe apuesta por la prevención a través de una campaña de sensibilización denominada Báñate Seguro. Porque informar es mejor que curar.

Los datos dicen que entre el 80 y el 90% de los lesionados medulares a causa de una zambullida tienen edades comprendidas entre los 15 y los 25 años y en la mayor parte de los casos son varones que presentan una luxación o fractura a nivel de las vértebras del cuello. Esto provoca una lesión alta o teraplejia para toda la vida. Además, el impacto contra una superficie dura, como el suelo de la piscina o un bañista puede producir lesiones graves como conmoción cerebral y pérdida de memoria o habilidades motoras.

La vida puede cambiar en tan sólo unos segundos y el coste socio-económico, dice Javier Font, Presidente de FAMMA-Cocemfe, no está valorado. Es muy alto y provoca cambios profundos en las estructuras y modelos familiares, más un enorme gasto económico añadido que quiebra los ingresos en muchas ocasiones. Y añade que "es misión de todos revertir la situación y erradicar este tipo de accidentes, por lo que nuestro mensaje no se dirige solamente a los bañistas; también a todas las autoridades responsables de velar por la seguridad de los usuarios de cualquier lugar de recreo acuático que deben controlar las prácticas llevadas a cabo por los bañistas".

1, 2, 3... ¡Báñate seguro!

El campeón del mundo de natación de larga distancia, David Meca, ha fondeado en Pozuelo acompañado por Javier Font y estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos para enseñar a un centenar de pequeños de las colonias de verano lo que se debe y no se debe hacer a la hora de lanzarse al agua.

Conocido por su hazañas de récord por los mares más peligrosos del planeta, el encantador embajador de FAMMA-Cocemfe comenzó por la teoría, resaltando la importancia de lanzarse al agua de pie para comprobar la profundidad, y terminó por la práctica, saltando a la piscina en posición horizontal con decenas de niños y niñas de Pozuelo al grito de 1, 2, 3... ¡Báñate seguro!

David Meca confesó a los pequeños, a la alcaldesa de Pozuelo, Paloma Adrados, anfitriona del acto que acudió para mostrar el apoyo del Ayuntamiento a la labor de FAMMA-Cocemfe, y a los periodistas que fue un niño patoso, con pies planos y rodillas torcidas al que los médicos recomendaron la natación para mejorar. Para demostrar que un deportista no nace, se hace y que con esfuerzo uno puede convertirse en campeón. Del mundo o de su casa. Y nos animó a todos, especialmente a los locos bajitos a llevar unos hábitos de vida saludables. Que pasan por el consumo de cinco raciones de frutas y verduras diarias, beber mucha agua y practicar cualquier deporte. Para él la natación es el mejor del mundo. Pero vale cualquiera.

Desde la silla de ruedas

La lesión medular no tiene cura. Pero se puede prevenir no lanzándose al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad, desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas. También hay que comprobar cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse y evitar bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos. Juan José y María José no disponían de tantos datos. Llevan décadas en una silla de ruedas.

Ella tiene 34 años y a los 15 formaba parte de un equipo de natación durante el verano. En invierno seguía entrenando en las piscinas cubiertas de los centros deportivos de Moratalaz y San Blas. Hasta que la fatalidad se cruzó en su camino en Aguilar de Campoo. A pesar de ser una nadadora experta, al lanzarse al agua en una zona de baño, un golpe brusco en la cabeza le provocó una lesión medular que le cambió la vida. Convencida de que la información es poder animó a los presentes a extremar las medidas de precaución y a lanzarse al agua de pie, al menos la primera vez.

Él lleva 33 años moviéndose en silla de ruedas. Aunque los médicos que le atendieron, tras su accidente en el pantano de San Juan, le dieron una esperanza de vida de  diez años. Dice que es muy cabezota y muy feliz. Pero también que la vida sentado se ve de forma diferente y que hay que tener mucho cuidado a la hora de lanzarse al agua porque lesiones como la suya se pueden evitar.

 

 

 

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