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Por amor a La Inseparable de Pozuelo

martes 29 de enero de 2013, 09:16h

Yolanda Pérez no tiene pelos en la lengua. La orgullosa presidenta de la asociación cultural más antigua de Pozuelo está convencida de que juntos podemos. El we can de Obama es su manera de hacer frente a los obstáculos que no son pocos.

Dice que conservar el patrimonio es tarea de todos. Porque la memoria es colectiva. Y que las asociaciones deberían estar más unidas.

Toda una vida en Pozuelo da para mucho. Yolanda es una madre coraje que un día fue niña en el Colegio Hogar Buen Consejo y que se hizo mayor con el sonido de las máquinas de coser de la desaparecida fábrica Bluyve situada en el polígono industrial -hoy venido a menos- del barrio de la Estación. Terminó el bachillerato pero el trabajo en la empresa de confección no le dejaba tiempo para seguir estudiando. La experiencia laboral duró quince años hasta el cierre de la fábrica en 1993. Para entonces estaba casada y tenía hijos. Y no podía imaginar el duro golpe que le tenía reservado el destino.

Perder a un hijo va contra natura pero cuando es consecuencia de un trágico accidente el golpe es tremendo. Su mundo se vino abajo, se quedó sin trabajo y tuvo que tirar del carro para sacar adelante a dos pequeños, uno de tan sólo cuatro meses. Con la ayuda de su familia y trabajando en lo que salía fue reconstruyendo los muros hasta que, tras presentarse a varias oposiciones convocadas por el Ayuntamiento, consiguió un empleo para realizar labores de limpieza en el patronato municipal de Cultura. Ahora sonríe un poco porque acaba de consolidar su plaza y tras 13 años es personal fijo. Y de oreja a oreja al recordar que su niño mayor se casaba el año pasado. Hablando de los suyos se le ilumina la cara y se vuelve más expresiva. Y ya es decir...

A pesar de todo, Yolanda Pérez derrocha simpatía por los cuatro costados. Quien la conoce sabe que es una mujer luchadora. Ahora su lucha es La Inseparable, la asociación cultural más antigua de Pozuelo, fundada en 1901 como Sociedad Recreativa. Conoce la casa desde niña porque sus abuelos eran socios y porque durante su adolescencia acudía al baile con sus amigas.

Entonces ¿Para tí La Inseparable es...?

- Es una institución y una de las asociaciones más antiguas de la Comunidad de Madrid. Nuestros archivos lo confirman y que nació como una Sociedad Recreativa a la que solo tenían acceso los socios. No podía entrar cualquiera y hubo hasta tres conserjes. Era un espacio cultural y de ocio al igual que el casino al que acudían los señores de la colonia de La Paz y no estaba abierto a todo el pueblo. Luego, con el paso de los años, todos los vecinos participaban en las actividades que se organizaban como el baile de los domingos, amenizado por los músicos de La Inseparable. Es muy probable que ellos formarán la banda municipal de Pozuelo de Alarcón -hay documentos que parecen acreditarlo- que acompañaba a la Virgen de la Consolación en procesión y, aunque ahora nuestra ciudad tiene tres bandas, durante décadas la de La Inseparable fue la única agrupación musical del pueblo. Y las actuales bandas de Pozuelo nacieron y se formaron en La Inseparable.

Yolanda añade que La Inseparable también es parte de su vida. Varias generaciones de su familia han sido y son socios de un lugar que se mantiene intacto por fuera pero que ha cambiado por dentro. Podía haberse transformado más pero la segunda fase del proyecto de reforma -que reforzó los cimientos del edificio y rehabilitó el teatro y aledaños- se quedó en una promesa. Sí dice Yolanda... ya sabes... de esas que hacen los políticos y luego no se cumplen.

¿En qué momento decides dedicar parte de tu tiempo a la asociación?

- Fue cuando mis hijos empezaron a venir a música. La actividad de la gran agitadora de la vida social y cultural de Pozuelo -así ha descrito en varias ocasiones la Cronista de la Villa Esperanza Morón a La Inseparable- bajó durante un tiempo porque todo se centraba en la banda de música. La Inseparable siempre ha sido el foco musical de Pozuelo y por aquí ha pasado gente importante que ahora son músicos reconocidos incluso a nivel internacional. Hay fotografías en el archivo de la asociación cultural La Poza que demuestran que no había otra banda. Ahora que han recuperado, y con muy buen criterio, tradiciones como Los Mayos o El manteo del pelele yo echo en falta más colaboración. Es muy importante que no perdamos nuestras raíces pero la memoria es colectiva y juntos podríamos hacer más cosas y mejor.

Vamos que la unión también hace la fuerza en materia de asociacionismo...

- Sabes que pasa que yo creo cada asociación se mira su ombligo. Hay un afán por colgarse medallas, por ver quien lo hace mejor y creo que es un error. Estoy segura de que si estamos todos a una se podrían hacer más cosas y llegaríamos a más vecinos en cualquier materia no sólo a la hora de preservar las tradiciones o participar en los festejos. El tejido asociativo es la voz o mejor muchas voces, las de los ciudadanos y por tratar de destacar unos sobre otros nos estamos desviando del camino. Todos recordarmos los mismos lugares, hemos vivido y vivimos la misma realidad. Tendríamos que ser más neutrales y unirnos. Yo te puedo decir que La Inseparable ha pasado de ser un lugar reservado a socios a ser como la casa de tócame Roque. Hemos prestado nuestras instalaciones a otras asociaciones y hemos sido pioneros en muchas cosas. Ahora nadie se acuerda de que La Inseparable fue en los noventa una pieza clave en la recogida de ayuda humanitaria para enviar Bosnia, una de las acciones solidarias más importantes realizadas en Pozuelo (los reconocimientos de los sitios por los que pasaron los camiones están colgados en el hall). O de que pusimos en marcha un concurso de Nacimientos cuando ni siquiera existía una Ruta de Belenes. O de que nos involucramos en el primer Homenaje a la Bandera con la apertura de una cuenta para comprar una enseña. O de que hemos hecho varios mercadillos para ayudar a diferentes ONG´s.

Inseparableadicta

Sin pelos en la lengua y con mucha energía. Yolanda decidió canalizarla colaborando en la gestión de La Inseparable. Primero como una socia más siguiendo el ofrecimiento de una antigua compañera de clase. Acababa de salir de una operación complicada y echar una mano fue una buena terapia. A la que desde entonces lleva enganchada. Tanto que hace siete años se convertía en Presidenta. Dentro de poco hay elecciones para renovar la Junta Directiva y me anuncia que se está pensando lo de presentarse de nuevo. Tengo la impresión de que lo dice la boca pequeña.

¿De qué te sientes más orgullosa como presidenta de La Inseparable?

- Mejor de quién. Sobre todo los socios. Ahora más de 300 que saben que La Inseparable es nuestra y que de nosotros depende que vaya bien. De esos que vienen nada más descolgar el teléfono y de los que se interesan por los proyectos que vamos poniendo en marcha. También de los que ya son muy mayores y han decidido seguir siendo socios aunque casi no vengan por aquí. Más de un centenar acudieron a la Fiesta de Fin de Año. Ellos han sido testigos del éxito de las clases de pintura que imparte Rosa Gallego y de la puesta en marcha de diferentes actividades. Como las clases de Bailes Latinos. Recuerdo con cierto desengaño el proyecto de música moderna con César Caparrós que presentamos ilusionados a la directora de la Escuela Municipal de Música buscando un apoyo municipal que no encontramos. Y que, casualidades de la vida, comenzó a impartirse poco después en su sede del antiguo Patronato de Cultura. Y con especial cariño el taller de teatro que impartió Luis Lázaro, el hijo de José Sacristán y la maravillosa actuación fin de curso. Ay! si tuviéramos más aulas... seríamos los reyes del Mambo y podríamos retomar el proyecto del teatro. Es como una espinita que tengo clavada. Resulta complicado poner en marcha un taller de interpretación. No sólo desde el punto de vista económico. Que también.

La subvención municipal ¿No ayuda?

Bueno... nosotros hemos llegado a impugnar una subvención. Habíamos presentado centenares folios explicando nuestros proyectos y detallando las actividades que hacemos que son muchas. Algunas tan reconocidas aunque laboriosas como Pintapozuelo, el certamen de pintura infantil al aire libre del que Jesús Conde, nuestro Secretario, es alma mater. No el Ayuntamiento. Al Ayuntamiento Pintapozuelo le cuesta lo que cuesta una PSP y unos carteles. Pero desde hace tres o cuatro años solo nos subvencionan un proyecto, el denominado VIVE LA MUSICA. Los otros se quedan fuera y eso me indigna. Porque dedicamos muchas horas de nuestro tiempo a La Inseparable. De manera altruista para sacar adelante nuestras actividades.

Y todo ¿Por amor al arte?

- No. Por amor a La Inseparable.

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