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Fin de Fiestas en Pozuelo

lunes 15 de septiembre de 2014, 09:22h

Con una traca que pudo oirse en varias manzanas del centro y la ofrenda de velas a la Virgen de la Consolación en la fachada de su templo terminaban unos festejos que como cada año han vuelto a llenar las calles y plazas de Pozuelo.

Porque no es habitual ver tanto color ni tanta luz por las vías aledañas al corazón de la ciudad. Seguro que a los vecinos del casco histórico les gustaría que las luces que han iluminado la plaza del Padre Vallet -para muchos plazoleta- durante la Semana Grande se quedaran hasta Navidad. Ahora que los días, de repente, se han hecho más cortos, al caer la tarde la oscuridad vuelve a apoderarse del desigual cuadrado que recuerda al fundador de los Cooperadores de Cristo Rey.

Para algunos ciudadanos en las Fiestas ha habido algunas sombras -el reloj parado, la controvertida becerrada, el desangelado recinto ferial- pero para la mayoría más luces. Muy brillantes como las que han iluminado a la Patrona, la Virgen de la Consolación.

Desde el principio se han vivido grandes momentos. Como la apertura flamenca de José Mercé, el directo de Mikel Erentxun y su banda -abarrotado- o el concierto loco de Los Gabytos. Momentazo también el de la Quedada Generacional y las versiones de Rey Louie; una acertada selección -sobre todo después de Modestia Aparte- que nos dejó con ganas de mucho más. Porque era como volver al Bar Norte y escuchar aquellas canciones pero en directo. A nuestro Antonio le recordamos con La Chica de Ayer de otro Antonio inolvidable.

Parece que ha sido un acierto programar un encierro nocturno. Hacía muchos años que no se veía tanta gente en el recorrido y mucho menos en la plaza. Y apostar por precios populares en el concurso de recortes que congregó a decenas de jóvenes frente al coso para ver las hazañas de profesionales de este arte taurino. Un día antes de quiebros y saltos la corrida con toros de Orive había dejado buen sabor de boca a los aficionados y cuatro orejas a Antonio Ferrera, dos a Javier Castaño y una a Miguel Abellán.

Picoteo y alegría

Las citas gastronómicas han marcado los festejos y vecinos de todas las edades se han chupado los dedos con aperitivos, meriendas y caldereta. La mayoría organizadas por las peñas que han confiado la materia prima a comerciantes y hosteleros del entorno reactivando la economía local que siempre resurge, como el Ave Fénix, en las Fiestas Patronales.

Los niños han disfrutado de un cóctel festivo en el que ha habido un poco de todo pero en diferentes lugares de Pozuelo. Y de eso se han quejado papás y mamás. Sobre todo este año en que las fiestas han coincidido con el comienzo de las clases y sólo el lunes era festivo para ellos. Hay quien piensa que no merece la pena montar un recinto ferial tan diferente a los de antaño. Sin música, sin ruido de bocinas o locutores animando a camellos o promocionando chochonas. Y menos cuando ya no se pueden ver desde allí los fuegos artificiales. 

A pie de calle o sobre ruedas -van cinco ediciones de la Reunión Motera (Vídeo Reunión Motera Pozuelo 2014)- la Semana Grande de Pozuelo sigue siendo la más alegre del año. Los recién llegados se dejan seducir por lo atractivo de la programación y los de siempre se encuentran con la familia y los amigos. Mientras, agrupaciones locales, bandas y peñas con sus charangas amenizan la vida cotidiana. Desde ayer es un poco más aburrida.

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