El Ibe es un vehículo completamente eléctrico, que no genera ningún tipo de emisiones y que mide 3,78 metros de longitud, más de 25 centímetros más corto que un Ibiza. Sin embargo, su anchura de 1,80 metros y su altura de sólo 1,22 metros le otorgan las proporciones clásicas de un deportivo.
El frontal viene determinado por unos faros en tecnología Led en forma de V o de flecha. La parte trasera del vehículo adopta las formas características del frontal, aunque les da una nueva interpretación.
Como compacto 2+2 plazas, ha sido concebido para adaptarse a los hábitos de los jóvenes. El techo, que se expande hasta la parte trasera, proporciona una buena altura del habitáculo, y sigue quedando espacio suficiente en el maletero para el equipaje o el material necesario para el tiempo de ocio.
El motor se encuentra junto con el módulo electrónico de potencia debajo del capó, extremadamente plano, mientras que la batería de iones de litio está alojada en la corta parte trasera. Con una potencia máxima de 102 CV (75 kW) y un par motor de 200 Nm, el sistema de propulsión proporciona una aceleración de 0 a 50 km/h en 3,4 segundos; el Ibe alcanza una velocidad de 80 km/h en 6,3 segundos y se pone a 100 km/h en 9,4 segundos. ¿Su peso? Sólo 1.000 kg.
La potencia constante está limitada a 68 CV (50 kW), y la velocidad punta a 160 km/h; suficiente para las vías rápidas de las áreas metropolitanas. La capacidad de la batería es de 18 kWh. Con ella pueden satisfacerse todos los deseos de movilidad de un día en una gran ciudad. Está equipado con los más modernos sistemas de seguridad y comunicación, y preparado especialmente para la comunicación Car-to-X. En esta futura red de información, el Seat Ibe podrá intercambiar datos relativos a las retenciones en carretera o a los avisos de seguridad directamente con otros vehículos o con elementos de la infraestructura vial.
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