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Pablo G. Perpinyà, sobre las fiestas patronales de Pozuelo
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Pablo G. Perpinyà, sobre las fiestas patronales de Pozuelo

viernes 01 de septiembre de 2017, 08:00h
El portavoz del Grupo Municipal Somos Pozuelo en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón ha utilizado su blog para escribir acerca de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Consolación.

El otro día hablaba con un buen amigo que ya peina canas y que es vecino de Pozuelo desde mucho antes de que yo naciera, y me sugería con cierta ironía que sería bueno que lloviera durante la semana de fiestas. Yo le miré extrañado, pero tras su explicación entendí a qué se debía esa repentina sed de lluvias. Algo ha cambiado en Pozuelo desde aquellas fiestas que los más viejos del lugar siempre rememoran y que eran esperadas con entusiasmo por todos los vecinos. ¿Qué le han hecho a nuestro pueblo para que tantos sientan nostalgia de lo que algún día fuimos?

Hay una parte de los vecinos, muy diversa, que siente necesidad de comunidad. Me lo transmiten de muchas maneras, a través de problemáticas de todo tipo, pero siempre con esa raíz común de anhelo de tejido social. Y es que al final, por mucho que la ideología del individuo haya impregnado hasta el último centímetro de nuestra existencia, seguimos necesitando la seguridad que aporta la fraternidad, la vida en común y la solidaridad con tus semejantes. Pozuelo ha sido desposeído de su identidad local, sustituyendo al vecino por un mero habitante desconectado política, social y culturalmente del territorio. Algunos responsabilizarán de esta transformación a las personas, pero yo no voy a caer en esa trampa. Las personas transitan los caminos que los gobiernos diseñan y por eso es importante no confundir nunca al albañil con el arquitecto.En Pozuelo hay muchos albañiles descontentos, decepcionados con un modelo de ciudad que les ha dejado de lado, y receptivos a escuchar a quienes sean capaces de poner sobre la mesa una alternativa. Otra cosa es que hasta el momento hayan encontrado motivos suficientes como para confiar en alguien diferente a quien les ha traído hasta este callejón sin salida.

Leer el programa de fiestas se ha convertido en un trance amargo para la inmensa mayoría de la gente. Resulta difícil encontrar alguna actividad, más allá de las que a duras penas organizan las peñas, que se acerque mínimamente a lo que cabría esperar de un municipio de más de 80.000 habitantes y que tiene un presupuesto anual que supera los 100 millones de euros. Lo digo con absoluto pesar: no creo que se puedan organizar peor unas fiestas populares. Pero lejos de ser ésta una consecuencia fortuita de una mala gestión, hoy podemos afirmar sin equivocarnos que se trata de la materialización de un plan. El proceso de transformación de Pozuelo iniciado por la oligarquía local y los grandes poderes económicos regionales en los años 80 solo culminará sus aspiraciones cuando la última expresión de vecindad, de comunidad y de identidad local haya sido extirpada y sustituida por ese urbanismo impersonal que ha marcado la época que vivimos. Rotondas gigantes, urbanizaciones cerradas al mundo y una ingente inversión en la imagen pública del municipio para atraer a las grades fortunas mientras por la puerta trasera se expulsa a quienes no son capaces de sostener el ritmo de vida que impone el modelo de ciudad de élites. Mis amigos del PP dirán que exagero, pero saben tan bien como yo que el metro cuadrado más caro de la Comunidad de Madrid no está al alcance de todos los bolsillos y por eso cientos de jóvenes abandonan Pozuelo cada año.

Las fiestas de la Consolación son probablemente el último reducto de un Pozuelo que resiste panza arriba frente un adversario poderoso decidido a transformar para siempre la forma de vivir de la gente sencilla. No se trata simplemente de conservar las tradiciones populares por el hecho de conservarlas, sino de ser dueños del destino de nuestro pueblo. Defender las fiestas populares es hacer pueblo en el sentido más profundo de la expresión: comunidad de vida y lazos de convivencia entre quienes están llamados a protagonizar el futuro de Pozuelo. Por eso el próximo sábado estaremos en el pregón, participaremos en el pasacalles y festejaremos con las peñas, las bandas de música y las asociaciones de la localidad que, a pesar de que algunos han intentado evitarlo, la gente sencilla y trabajadora sigue siendo el corazón de este pueblo.

¡Felices fiestas!

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