El acoso laboral es un hecho acreditado "en la Concejalía que menos concilia", señalan desde UGT en esta carta abierta en la que muestran un ejemplo de que "ir a trabajar" es nocivo para la salud.
Concejalía de las personas y de los “trabajadores”
La “y” de este subtítulo no es un capricho ni una figura retórica, es una conjunción que distingue lo que para la concejala de Familia del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón son personas de lo que no lo son, los trabajadores y las trabajadoras que allí prestan servicio.
Resulta que en esta Concejalía -que da premios a las empresas de Pozuelo porque concilian la vida personal, familiar y laboral de los empleados-, es donde como en ningún otro lado cobra todo el sentido aquello de “en casa del herrero cuchillo de palo” porque es la nulidad absoluta en materia de conciliación.
Desde 2003, fecha desde la que es concejala de Familia Beatriz Pérez Abraham, hemos podido comprobar cómo el personal era válido mientras no protestara y cediera a todas las exigencias, … hasta que tenía hijos y empezaba a pedir un mínimo de conciliación o una reducción de jornada que a alguna le ha costado el despido; hace solo unos días se ha denegado una solicitud de conciliación; las bajas por stress laboral se han venido sucediendo y reiterando durante años tras soportar situaciones de auténtico acoso por miedo a perder el empleo y en algún caso las consecuencias de dicho acoso han llevado al empleado a intentar decisiones drásticas con su vida.
Las condiciones laborales de estos empleados son especialmente discriminatorias con respecto al resto de los trabajadores del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón.
Hasta ahora, el terror ha campado a sus anchas por esta Concejalía, pero ¡se acabó!.
Situación laboral nociva para la salud
La realización del Estudio global de factores Psicosociales en la Concejalía de Familia, a cargo de una empresa externa contratada al efecto por el Ayuntamiento a consecuencia de la reiterada petición sindical, revela una puntuación desfavorable, es decir, nociva para la salud de su personal; se encuentra en los rangos elevados de exposición, entre el 60 y el 85% de los trabajadores en cuanto a: exigencias psicológicas del trabajo, (mucho trabajo y pocos empleados) el control que se ejerce sobre el trabajo realizado (persecución para el cumplimiento mucho más allá de lo exigible) inseguridad por el futuro, (sumisión absoluta ante la posibilidad de perder el empleo), falta de apoyo social de los compañeros y de los superiores y nula capacidad de liderazgo (se impide el reconocimiento y el desarrollo personal); la doble presencia (falta de conciliación que origina conflictos porque no se pueden compaginar las tareas y tiempos laborales y familiares y sociales) y una estima por los suelos por falta de respeto, de reconocimiento y del trato justo que todo trabajador debe tener. El ayuntamiento suspende en la asignatura de Conciliación y lo hace precisamente en la Concejalía que premia a los que lo hacen. Gran paradoja.
La alcaldesa de este Ayuntamiento tiene, o debería tener, sobre su mesa, este informe negativo sobre los riesgos nocivos para la salud que sufren estos empleados a causa del permanente acoso del que han venido siendo objeto durante todos estos años pero hace “oídos sordos” a este documento y a las reivindicaciones realizadas por los representantes de los trabajadores; desde el mes de abril, fecha en la que se entregó el informe, no ha tomado cartas en el asunto. Se justifica en inexistentes “razones de servicio” lo que en realidad viene a ser el capricho del político que confunde la Concejalía con un cortijo privado y a las personas que trabajan en ella con una legión de trabajadores cautivos.
La pasividad del equipo de Gobierno ante este problema es inadmisible. La Sección Sindical de UGT, en el proceso de negociación del nuevo convenio, ha presentado numerosas propuestas para dar solución a la toxicidad laboral que sufre el colectivo que trabaja en Familia, mujeres en su mayoría, entre otras, distribuir la jornada de forma que se permita compatibilizar la vida laboral y familiar. La presencia de la Concejala de Familia en esta y las anteriores negociaciones ha brillado por su ausencia, pese a haber sido solicitada en todas las ocasiones; no se ha dignado a aparecer en ninguna de las reuniones convocadas al efecto, lo que confirma la falta de respeto e interés por solucionar la problemática surgida desde que ocupa este cargo, -ya va para 14 años- y el ninguneo permanente a la representación de los trabajadores.
Hemos demostrado al concejal de Recursos Humanos - único que a este nivel se presta a escuchar, porque la concejala de Familia sólo envía a intermediarios sin poder de decisión - que con la propuesta sindical presentada se cubre todo el servicio y el personal puede conciliar su vida laboral y familiar. Hemos expuesto que, con el informe negativo de riesgos psicosociales sobre la mesa y para paliar esta situación es necesario y ya urgente un acuerdo que minimice la exposición al riesgo de estos empleados; sin embargo, lo que se nos transmite es que la concejala de Familia no cede y el personal debe continuar trabajando en estas condiciones, pero sin razonar ni justificar las necesidades que le llevan a mantener dicha decisión. Ante nuestra insistencia en que acreditaran dichas razones, abiertamente se ha reconocido en la última reunión que no existen y que simplemente responden a una “decisión política” de la alcaldesa y de la concejala de Familia; es decir, “no porque no”.
UGT, sindicato mayoritario en la Mesa General de Negociación del Personal Laboral, ya ha manifestado que no firmará convenio alguno mientras no se atiendan las justificadas reivindicaciones del personal de la Concejalía de Familia en materia de conciliación.
Los pozueleros deben saber lo que se cuece en esta Concejalía y que detrás de la profesionalidad de su personal, existe una tortuosa realidad de relaciones laborales que tiene que cesar ya.