El otoño se está haciendo notar y viene marcado por la tendencia tanto de zapatillas deportivas como por las botas militares.
¿Quién nos iba a decir que estos zapatos que hace unos años se consideraban “bastos”, “enormes” y similares iban a convertirse en un must en nuestro zapatero? Estos podemos combinarlo con vaqueros, vestidos, faldas, pantalones…
Como muchos de los calzados tienen distintos modelos dentro de sí: con plataforma, planos, más altos, más bajos… Las modalidades que pueden ayudarnos a que la circulación sanguínea no empeore son aquellas que tengan algo de plataforma, unos 3-5 cm. Los zapatos muy planos o los que tienen un tacón o plataforma demasiado pronunciada no son los que más convienen al retorno venoso. Según la Guía Venosa de la Organización Médica Colegial de España editada por Faes Farma, un tacón de 3-4 cm de altura podría facilitar la bomba muscular y plantar.
Las botas altas, bastante altas, también visten los maniquíes de las tiendas. Esas botas blandas que llegan por encima de la rodilla. No están mal, ¿verdad? Lo único a tener en cuenta será, nuevamente, la medida del tacón o plataforma.
Una vez entendido esto, no debemos olvidar que los zapatos que no se ajusten a nuestro pie no nos hacen ningún favor. Esto es, si un zapato nos aprieta demasiado el pie puede obstaculizar el retorno venoso.
Anda, no pares de andar, nunca se sabe lo lejos que se puede llegar. Pero hazlo siempre con unos zapatos que no afecten a tu circulación sanguínea.
Si (
No(