Ahora que en otros pueblos huele a pólvora es buen momento para hacer balance. Que no comparaciones porque ya se sabe como son. Este año las celebraciones en honor a la Virgen de la Consolación han tenido un denominador común: el esfuerzo realizado por peñas, grupos y asociaciones para llenar el aire de fiesta. Tarea nada sencilla que comenzaba meses atrás, cuando echaron mano de la imaginación, tan socorrida en tiempos de crisis, y diseñaron fórmulas para dar más sabor a los festejos. El Concurso de Tortillas que, por primera vez en su historia -y son cuarenta años- organizaban Los Mingas, es un gran ejemplo...
23 tortillas se presentaron al concurso organizado por la peña más antigua de Pozuelo. No está mal para ser el primero pero a Los Mingas les pareció insuficiente. No querían dejar boca sin bocado y pensando en la degustación posterior prepararon en su sede, un rincón de La Inseparable, 45 tortillas más. A estas se añadieron otras 30 cedidas por bares y cervecerías del centro de Pozuelo. Todas estas, por supuesto, fuera de concurso pero dentro de los estómagos de quienes se acercaron a su tenderete delante del NCC, en la plaza del Padre Vallet. Como el pincho había que acompañarlo y sobre todo regarlo -el sol calentaba de lo lindo aquella mañana- Los Mingas partieron más de 30 barras de pan, prepararon 100 litros de limonada y abrieron una veintena de botellas de refresco para niños y niñas.
Cerveza en griego
El jurado formado por la alcaldesa, Paloma Adrados, y representantes de Los Mingas y la Cervecería La Aurora, lo tuvo muy difícil porque en la variedad está el gusto y había tortillas elaboradas con queso, espinacas, pulpo, chorizo y hasta mejillones. El concurso no pudo ser más transparente, todos probaron todas y dieron las puntuaciones sin tener un solo dato de los autores porque las identificaron con números. El Restaurante Zythum (palabra griega que significa cerveza) se llevó el primer premio aportado por el Ayuntamiento, una placa de plata. El resto de los trofeos, como la limonada, el pan y decenas de tortillas, corrieron por parte de Los Mingas y fueron a parar a Samuel del restaurante El Ambigú y a Angela y Loli, dos vecinas de Pozuelo.
De golpes y manos
No era la primera vez que Los Mingas organizaban el Campeonato de Golf así que sabían más o menos los garbanzos que habría que poner a remojo. Doce amantes del deporte del palo y las pelotas se inscribieron en dos categorías diferentes, determinadas por su handicap. Federico de Juan (1º), Eduardo Galván (2º) y Carlos Mazzuchelli (3º) fueron los mejores de la 1ª categoría y Fernando Martín (1º), Jose Vicente Martín (2º) y Julián Pérez (3º) se llevaron a casa los trofeos de la 2ª categoría.
La pareja formada por Luis y Andrés ganó el II Campeonato de Mini Mus. Las mejores manos de las 72 que sujetaron y jugaron sus cartas, de otros palos, en el segundo año de celebración de la competición.
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