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Pozuelo y el anuncio de la modernidad

jueves 21 de junio de 2012, 07:44h

¿Hay algo más moderno que la adaptación de un cuento a un anuncio de alquiler de coches?¿Y que comience con una varita mágica rota y termine con Cenicienta conduciendo un 600 para ir al baile? De eso, de una gallina haciendo streeptease y de más fueron capaces los hermanos Moro. Su retrospectiva se abre al público.

Retrospectiva porque "El anuncio de la modernidad. Los míticos Estudios Moro (1955-1970)" es un viaje a otros tiempos. Recuerdos de latas de Cola Cao o zumos Vida y paquetes de pastillas para hacer caldo con vacas o gallinas. De cajas de turrones con lobo y dibujos de Pezqueñines. Hasta máquinitas Dymo, antepasadas de la Termomix y juegos de mesa del programa Un, Dos, Tres -puzzle de azafatas incluido- se pueden contemplar en las vitrinas de una muestra comisariada por el periodista y escritor Lluís Fernández que han visto 40.000 personas en Madrid y ahora llega a Pozuelo para quedarse hasta el 17 de agosto en el centro cultural de la Plaza del Padre Vallet.

En la planta superior y en la buhardilla del NCC se rinde homenaje a los creadores de la publicidad de dibujos animados y a la historia de la industria de la animación española. A través de animaciones "stop motion", de más de 200 objetos de José Luis y Santiago Moro como réplicas de personajes y juguetes, articulos promocionales o pequeños electrodomésticos que protagonizaron sus campañas publicitarias y que de la pantalla dieron el salto a los hogares españoles de la época.

Personajes como los pequeños de la Familia Telerín, Ruperta o Botilde y sobre todo cientos de anuncios de bebidas alcohólicas y refrescos -Soberano, Schweppes, Pepsi Cola-, tabaco -Chesterfield-, máquinas de coser -Alfa-, ropa interior -dolar- y un larguísimo etcétera llevaron a los Estudios Moro a la cima de la publicidad por ser verdaderos iconos no sólo de la publicidad sino de la propia historia de la España de aquellos años. Lo certifican tres Leones de Oro en Cannes y dos Copas de Oro de Venecia.

Y deliciosas historias que lo mismo se recrean en el color, el cubismo o la psicodelia que en paisajes del medio o el lejano oriente y el Far West para vender hojas de afeitar La Palmera, perlas Majorica o margarina Tulipán mucho antes de lo del helicóptero. Ellos que llegaron a vender Aspirina a ritmo de chotis, con la Puerta de Alcalá de fondo, y a recomendar Floid para calmar a la fiera que el hombre antes de afeitarse lleva dentro crearon un anuncio de anis Marie Brizard con la convicción de que, a diferencia del rock&roll, no pasaría de moda. Algún riesgo tenían que correr.

Andy Wharhol y la musiquilla

Dice el comisario de "El anuncio de la modernidad. Los míticos Estudios Moro (1955-1970)" que por fin se reconoce en su tierra un trabajo que llegó hasta el Andy Wharhol Museum de Pittsburgh; miles de dibujos realizados en el salón de su casa.

Para el viceconsejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández, la importancia de la exposición reside en que los hermanos Moro fueron pioneros y precursores de la animación en España. Y para Paloma Adrados, alcaldesa de Pozuelo, recorrerla es recordar de repente sintonías que creíamos olvidadas. Un regreso a la infancia. Tal vez la mejor etapa de la vida.

 

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