Algunos como Jose Manuel Jaenes al que muchos en la ciudad conocen por su condición de profesor de autoescuela fueron cofundadores de la peña Los Mingas, la más antigua de Pozuelo. Y otros como Francisco del Castillo nacieron en este pueblo convertido hoy en gran ciudad. Casi todos los integrantes de la peña El Lunes -no se complicaron a la hora de buscar nombre- están o han estado vinculados a empresas con solera y muy conocidas que solo cierran los domingos y festivos. Por eso, aprovechan la fiesta local para bailar con la alcaldesa, Paloma Adrados y compartir almuerzo, café, copa y lo que se tercie. Hasta que el cuerpo aguante y sabiendo que al día siguiente tendrán que trabajar.
El Lunes formada solo por chicos lleva más de dos décadas de pasacalle festivo por su cuenta y con los instrumentos musicales justos. Cada vez que un nuevo miembro se une al clan le organizan un bautismo, a base de huevos y cacao en polvo, y le cuelgan una L de prácticas. Como a los conductores noveles. Y en palabras de Juan Manuel del Castillo le ponen hecho un Ecce Hommo. Vamos que lo de Cecilia Giménez, la anciana restauradora de Borja, no es nada comparado con la capacidad creativa de los veteranos.
El uniforme de la peña El Lunes es sencillo a la par que elegante. Un polo de color blanco adornado en cuello y mangas con los colores de la bandera nacional y el nombre de los patrocinadores; pocos y de la peña que no dudan a la hora de hacer un esfuerzo adicional. Alguno, aficionado al deporte o los paseos en moto, sabe que no es lo mismo sin la equipación.
Los orígenes
Cuenta Juan Manuel del Castillo que comenzaron a reunirse en 1978 pero matiza que saliendo como peña unos 20 años. Cuando su cuñado se puso manos al troquel. También que aunque mantienen relación con los integrantes de otras agrupaciones de Pozuelo no participan en los actos oficiales porque no se han constituido y porque su día grande se reduce al lunes.
Hace algunos años la peña El Lunes celebraba sus almuerzos en la terraza del Pub Venus, un clásico de Pozuelo. Porque Julio, su propietario, formaba parte de la peña. Dice Juan Manuel que compraban las paletillas en el matadero, las llevaban a asar al horno de Atilano y de paso compraban empanada para completar el menú. Después hacían unas ensaladas y a disfrutar del cordero. "Luego nos íbamos juntos a los toros y con unas pocas entradas nos dejaban pasar a todos aunque siempre al sol".
Hoy como ayer desayunan huevos con jamón o torreznitos y comparten comida de hermandad. Luego disfrutan de la sobremesa escuchando a los artistas del chiste -Pepe y Nacho-, jugando partiditas de mus o cantando coplillas. Y así hasta el lunes siguiente. Que ya será otro año. Y otras Fiestas Patronales.
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