"Durante los meses de verano, la piel se expone a factores como el sol, el calor, la humedad y el viento, que acentúan la deshidratación y el envejecimiento cutáneo", explica la Dra. Elvira Ródenas, expert de IBSA Derma en España y especialista en medicina estética sin cirugía. "Esta exposición puede acelerar la flacidez, la sequedad y la aparición prematura de arrugas, ya que el sol daña las fibras de colágeno y elastina que mantienen la firmeza de la piel".
Por este motivo, IBSA Derma ha desarrollado tratamientos para la piel, que mejoran su apariencia general, además de aportar firmeza, combatiendo los signos del envejecimiento y la flacidez.
Tratamientos específicos para las zonas más expuestas
La pérdida de firmeza en diversas áreas del cuerpo es una preocupación muy extendida, ya que el envejecimiento y la exposición al sol afectan la estructura del tejido subcutáneo, generando flacidez o una apariencia menos tonificada. "Tratamientos con ácidos hialurónicos especializados pueden ayudar a mejorar la firmeza de la piel", subraya la Dra. Ródenas.
Por ello, IBSA ha desarrollado un protocolo basado en Complejos Híbridos Cooperativos para tratar las áreas más delicadas del cuerpo y que suelen mostrar signos de envejecimiento de manera más pronunciada:
Estos Complejos ejercen una acción bio-remodeladora ayudando a corregir la laxitud cutánea. Los Complejos Híbridos Cooperativos intervienen en el proceso fisiológico de envejecimiento de los tejidos, restaurando las estructuras, la hidratación, la elasticidad y el tono de la piel, dejando atrás ese aspecto fino, frágil y laxo que presentan algunas zonas de nuestro cuerpo con el paso del tiempo. Este tratamiento dérmico brinda unos resultados visibles y duraderos.
Las zonas del cuerpo más expuestas al sol y al envejecimiento cutáneo requieren un tratamiento específico para mantener su firmeza, elasticidad y volumen.
- Cuello y escote:
La piel en estas zonas es más fina y sensible, lo que la hace más susceptible a la flacidez y a la formación de arrugas. De esta manera, los tratamientos con ácido hialurónico actúan restaurando la hidratación, el volumen y la firmeza, suavizando las arrugas y mejorando la elasticidad.
- Brazos:
La pérdida de firmeza en los brazos es una de las preocupaciones estéticas más frecuentes, por ello, el tratamiento de Complejos Híbridos cooperativos para la laxitud corporal de IBSA Derma ayudan a mejorar la textura de la piel, aumentando la elasticidad y combatiendo el efecto de "piel apergaminada". De este modo, la piel se vuelve visiblemente más tonificada y rejuvenecida, recuperando su suavidad.
- Rodillas:
La piel de las rodillas es una de las zonas que más sufre debido a la pérdida de colágeno y elastina, volviéndose más fina y arrugada con el paso del tiempo. Para combatir este problema, existen tratamientos para mejorar la elasticidad de la piel en esta área, ofreciendo, así, un aspecto más firme y rejuvenecido, además de combatir la flacidez.
"Tratar estas zonas específicas de forma personalizada nos permite abordar las preocupaciones de cada paciente de manera efectiva. Así, conseguiremos una armonía estética general que no solo mejorará la firmeza y la textura de su piel, sino que también les devolverá una apariencia más equilibrada", señala la Dra. Ródenas.
Cuida tu piel desde casa: la importancia del cuidado diario
Los tratamientos estéticos ofrecen beneficios inmediatos, pero es esencial complementarlos con una rutina de cuidado diaria para mantener y potenciar sus efectos:
- Hidratación:
Una hidratación adecuada es esencial para mantener una piel radiante, mejorar la elasticidad y prevenir la sequedad. Se recomienda utilizar productos con ingredientes humectantes, como la crema remodeladora y tonificante Profhilo® Figura, que fomenta la remodelación del tejido y ayuda a mantener la piel perfectamente hidratada.
- Protección solar:
La exposición constante al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel y de la aparición de manchas. Por ello, el uso de protector solar, incluso en días nublados, se vuelve esencial para proteger la piel de los efectos dañinos de los rayos UVA y UVB, reduciendo el riesgo de envejecimiento prematuro y otras alteraciones cutáneas.
- Alimentación saludable:
Una dieta balanceada y rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales mejora la elasticidad de la piel. Al mismo tiempo, evitar hábitos como el consumo excesivo de alcohol o el tabaco contribuye a mantener la piel luminosa, libre de impurezas y con un aspecto más joven y saludable.
- Exfoliación y cuidado diario:
La exfoliación elimina las células muertas y mejora la capacidad de la piel para absorber los productos, dejando una textura más uniforme y radiante. "El cuidado constante es clave para mantener los resultados de los tratamientos y prolongar sus efectos. Una piel bien cuidada responde mejor a los procedimientos estéticos y conserva su firmeza y luminosidad por más tiempo", concluye la Dra. Ródenas.