De hecho, no debe quedar nadie, o mejor dicho casi nadie, que todavía pague sus recibos acudiendo en persona al banco o a la oficina de la empresa que corresponda. En la actualidad, el cliente recibe todos sus recibos desde el banco, lo que supone una comodidad y evita desplazamientos innecesarios.
La crisis económica actual está dificultando a muchas familias el pago puntual de sus recibos, y esta es una de las razones por las que las devoluciones cobran fuerza. Esto tiene sus consecuencias, así que antes de tomar esa decisión, es mejor recurrir a los créditos rápidos para no abandonar la obligación con las domiciliaciones aceptadas.
Adeudo domiciliario, qué es
Un adeudo domiciliario, tal y como apunta el portal del cliente bancario del Banco de España, es un método de pago mediante el que se carga la cantidad del recibido en la cuenta del ordenante. El origen del cargo es el beneficiario, es decir, la empresa que tiene que cobrar por los servicios prestados.
Si el cliente, titular de una cuenta, quiere domiciliar recibos en su banco, tiene que firmar una autorización expresa para que el banco pueda hacer esos cargos cuando corresponda, independientemente de la periodicidad de estos (mensuales, anuales, semestrales.).
Devolución de recibos
En ciertas ocasiones, el cliente se ve en la necesidad de devolver un recibo bancario por distintas razones (errores, disconformidad.). Esto puede hacerse, aunque la orden de domiciliación esté en vigor, pero hay una normativa a seguir de obligado cumplimiento en todas las entidades bancarias.
Esta normativa contempla el derecho del cliente bancario a devolver los recibos domiciliarios en distintos plazos. Si el cargo estaba autorizado con anterioridad, el límite es de 8 semanas y, si no lo estaba, el plazo lleva hasta los 13 meses. Pese a que el cliente tenga el derecho a hacerlo, esta acción tiene sus riesgos.
Consecuencias de la devolución
Devolver un recibo bancario implica unos inconvenientes que debes tener en cuenta. El primero es una explicación, es decir, la entidad bancaria tiene derecho a conocer las razones por las que quieres echarte atrás en el pago de un suministro o domiciliación del tipo que sea.
Uno de los motivos puede ser un recibo erróneo que te deje sin liquidez cuando necesitas el dinero para otras cosas. En ese caso, debe explicarse al banco y detallarse que se necesita disponer de fondos para otros giros que estén por venir. Si no, se corre el riesgo de que la compañía suministradora anule el servicio contratado.
Cuando se trata de recibos emitidos por la Agencia Tributaria o por la Seguridad Social, devolver un recibo puede suponer un recargo. Además, si se tiene algún tipo de bonificación o subvención del tipo que sea, se corre el riesgo de perderla tanto en el recibo devuelto como en los demás.
El banco está obligado a responder a todas las ordenes de domiciliaciones con la intención de velar por los intereses del cliente. De hecho, debe hacer que se cumplan, razón por la que tienes que comunicar a la mayor brevedad posible si hay una devolución y cuál es el motivo.
Ventajas de la domiciliación
Domiciliar los recibos ofrece muchas comodidades además de ser una forma de pago obligatoria en ciertas compañías. Hacerlo es muy sencillo tanto si es la primera vez que se domicilia como si se quiere cambiar una domiciliación ya existente. Además, es una acción que solo se hace una vez, sirve para siempre, es simple y gratuita.
Algunos bancos ofrecen a sus clientes incentivos para domiciliar los recibos en el banco. Estos pueden ser promociones especiales, descuentos o alguna bonificación concreta aplicada a ciertos productos. También es posible hacer la gestión de domiciliación online para no tener que acudir a la sucursal.
Tener los recibos domiciliados es, ante todo, un procedimiento muy cómodo, ya que evita realizar el mismo trámite (ingreso en cuenta) de forma continuada en el tiempo. Además, con ellos se evitan las penalizaciones causadas por demora por parte de la entidad bancaria.
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