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Recordando a Amparo en Pozuelo

martes 30 de julio de 2013, 08:56h

“Me quedo con la unión, con la confianza, con creer que merece la pena estar aquí, con que mente y cuerpo son misterios por descubrir, con que con amor todo o casi todo es posible, y con que trabajar con los niños para que quieran vivir y reconstruir es imprescindible.

También me quedo con el agradecimiento a la clase médica y los avances tecnológicos deseando que ojalá convivan cada vez más y acepten que el amor es sanador.”

Estas palabras forman parte del único email “colectivo” que Amparo compartió con los privilegiados que pudimos y quisimos formar parte de su historia.

Amparo Pastor Bustamante era Licenciada en Psicología, Psicoterapeuta Gestalt y Diplomada en Pedagogía y Constelaciones sistémicas pero sobre todo era mujer, hija, esposa, madre y amiga. También fue vecina de Pozuelo aportando con su Escuela de Familia valores de un poder incalculable: generosidad, amor y sabiduría.

Fue generosa al poner a nuestra disposición su conocimiento y profesionalidad en esas charlas a las que había que “robarle tiempo al tiempo” a última hora del día para poder asistir. Pero merecía la pena. Todo el que alguna vez tuvo la oportunidad de escucharla salía reforzado, “con las pilas recargadas” para seguir afrontando la difícil tarea de educar a nuestros hijos. Fue generosa hasta el punto de poner a menudo como ejemplos sus propias vivencias personales desnudando su alma y su corazón frente a un grupo de desconocidos… o no. Porque para ella todos formábamos parte de un mismo sistema, todos estábamos conectados, cada uno de nuestros actos por insignificante que fuera tenía una repercusión más allá de nuestro círculo más cercano.

Predicaba la fuerza del amor por encima de todo, era conciliadora pero valiente y luchadora. Era de las personas que no se conforman con lo que no les gusta y “alzaba su mano o su voz” para hacerse ver y oír. Pero siempre con una discreción envidiable, quizás con algunos matices de timidez que le daban un aspecto aniñado y cercano, muy cercano…

En nuestro colegio, su colegio, el Príncipes de Asturias, estamos pintando entre todos el muro que rodea el patio principal. Solo nos queda un pequeño trozo para cerrar el círculo. Amparo, desde aquí queremos que sepas que cerraremos ese círculo en tu honor, para que tu espíritu siga presente entre las paredes de un centro al que tanta sabiduría aportaste.

Nunca te olvidaremos.

María Jesús Jerez

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