Sandy y Doney encaramados a una grúa de 40 metros de altura se resguardan del frío, la lluvia y la nieve en una pequeña tienda de campaña. Están ahí en protesta por la deuda de 150.000 euros de la empresa Ploder Uicesa con la compañía Jigar, SA, en la que trabajan los dos desde hace varios años. Y aseguran que mantendrán su protesta todo el tiempo que haga falta.
Sandy se subió el 6 de febrero para apoyar y acompañar a su compañero David Cediel, quien inició la protesta el 1 de febrero y bajó de la grúa para asistir al nacimiento de su segundo hijo. Es de la República Dominicana, pero vive en España desde hace 10 años. Tiene dos hijas, una de cuatro y otra de siete y trabaja en la constructora Jigar desde 2004.
El pasado miércoles subió a la grúa otro compañero Doney, de 35 años, natural de Colombia y con tres hijos de siete, nueve y trece años.
Vecinos, comerciantes y trabajadores de Pozuelo se manifiestan todos los días en la plaza del Padre Vallet para mostrar su apoyo a los dos trabajadores que también tienen un grupo de apoyo en Facebook. Este grupo, creado por María Ángeles (trabajadora de Jigar) y Orisel Gaspar (artista cubana y vecina de Pozuelo,) supera ya los 2000 miembros y lleva por nombre Apoyo a David, el chico de la grúa.
El recinto de las obras continúa vigilado 24 horas por la Policía Municipal, Policía Nacional y seguridad privada que custodian permanentemente los movimientos que se producen tanto en los aledaños de la obra como en la cima de la grúa.
Mientras, las obras de remodelación de la plaza siguen paradas y los partidos políticos de la actual Corporación Municipal no se ponen de acuerdo para encontrar una salida a esta situación.
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