¿Sabes por qué una calle de Pozuelo de Alarcón lleva el nombre de Portugalete? Según algunas fuentes tiene que ver con la mujer que aparece en la fotografía tomada a comienzos de los años cuarenta del pasado siglo en su ciudad natal. Otra versión la relaciona con el lugar de procedencia de la familia Gandarias propietarios -antes que la inmobiliaria Charra- de la finca sobre la que se dibujó el trazado.
La novia de la imagen se llamaba Josefa Fernández Villarán y había nacido en Portugalete. Murió en junio de 2008. El novio era Lorenzo Gil Coca hijo de un conocido constructor de Pozuelo. Falleció en octubre de 1989.
Los jóvenes se casaron en una iglesia de la ciudad vizcaína el 6 de agosto de 1941 y celebraron el enlace en uno de sus hoteles. Ella con un elegante vestido de corte clásico de su paisano Cristóbal Balenciaga, a quien pudo conocer en la tienda San Sebastián que el considerado arquitecto de la alta costura abrió con tan sólo 22 años; en 1917. Y él con un traje de aire militar combinado con pajarita de color blanco.
Josefa y Lorenzo se habían conocido en el viaje de fin de carrera del muchacho que había estudiado ingeniería naval y tenía la intención de contemplar de cerca los astilleros de la ría de Bilbao y el Puente Colgante de Portugalete. El segundo hijo de Jesús Gil González descubrió, en el por entonces pueblecito de veraneo de las clases altas, también sus veladores y ricos pintxos.
A la mujer que iba a ser su esposa la conoció en un baile. Nada más verla le dijo a sus compañeros de promoción: "Con esa chica me casó". Tras un año de noviazgo, ajetreado por culpa del servicio militar y la distancia (Pozuelo-Portugalete), consiguió llevarla al altar.
El matrimonio fijó su residencia en la calle Portugalete de Pozuelo de Alarcón y trece meses después de su boda nació Pepa, la primera de sus once hijos. Luego, para corretear por el jardín llegaron Juana, Ramón, Nieves, Lorenzo, Begoña, Elena, Inmaculada, Jesús, Mariano y Carlos. Algunos se han marchado para siempre pero otros siguen viviendo en la casa familiar.
A pesar de lo narrado no está claro que la prolongación de Cirilo Palomo pasara a formar parte del callejero de Pozuelo de Alarcón por ser la ciudad natal de Josefa Fernández como han oído contar sus descendientes. Porque la calle existía con ese nombre cuando Jesús Gil González compró el terreno a los Gandarias que, según otras fuentes, la habían registrado así para evitar que se perdiera con el tiempo y porque, como su nuera, los propietarios de Huerta Grande procedían de Portugalete.