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Recuerdo a un gran amigo

lunes 18 de febrero de 2013, 08:47h

Hay pocas personas que conocían bien a José Luis Borau, salvo los que trabajamos con él.

Era mi primer casting y cuando lo conocí parecía un hombre muy serio, sentado en una esquina, sin hablar con nadie y observando. En la segunda ronda de casting me seguía pareciendo un hombre serio, hasta que empezó el rodaje. Hasta que no empecé a conocerle más a fondo, no me di cuenta de lo buena persona que lo humilde y buena persona que era. Me decía donde me tenía que colocar, donde estaban las marcas para que no me saliera del plano y, a pesar de que yo no quería un asistente, me convenció para que lo aceptase.

Así fue que, cuando me vio preparándome un café, me hizo entender que esa era la labor del asistente. Yo, sin embargo, le contesté que no era ni cojo ni manco. En ese momento, algo surgió entre nosotros y nos hicimos grandes amigos.

Le seguía asistiendo a todas las conferencias que podía y a las presentaciones de sus libros. Y me alegré mucho cuando recibió el Goya por LEO, película en la que tuve el placer de trabajar junto a el. He de decir que este premio también se lo hubiera merecido con Furtivos.

Quiero que estas palabras sirvan para rendir un pequeño homenaje a este gran amigo que siempre llevare en mi corazón. Y que anoche tuvo otro en la gran fiesta del cine español.


José Gómez (Pipo)

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