Determinadas afecciones de la salud aparecen irremediablemente en épocas de calor. Y es que, durante los meses más cálidos, el cuerpo humano se enfrenta a un estrés térmico que puede desencadenar diversos problemas, entre ellos, el edema por calor.

Esta condición puede afectar a muchas personas, especialmente a quienes pasan largas horas expuestos a altas temperaturas. Distintas expertas te explican por qué se caracteriza, qué provoca y cómo mejorarlo.

Edema por calor, la popular e incómoda afección del verano

Aunque el verano suele encantar ya que se relaciona con el buen tiempo y las vacaciones, no todo en él es color de rosa y es que, sin remedio, existen afecciones que aparecen en esta estación. Tal y como explica la Directora médica de Novo Clinic, la Doctora Amira Chehade, “este fenómeno, conocido como edema por calor, es una respuesta común del cuerpo ante las temperaturas elevadas. Se produce cuando el calor provoca la expansión de los vasos sanguíneos, vasodilatación, lo que permite que el líquido se filtre más fácilmente hacia los tejidos circundantes. Este exceso de líquido se acumula especialmente en tobillos, pies y piernas, provocando inflamación visible, sensación de presión y, en algunos casos, dificultad para moverse con normalidad”.

Además del calor, otros factores propios de la estación estival se unen al cóctel que aumenta la sensación de pesadez. Así lo indica la fundadora de Novo Clinic, la experta en ética clínica, Natalia Hougham, “como es normal, en verano nuestro estilo de vida cambia, la dieta pasa a estar en un segundo plano, siendo más desequilibrada y existe una mayor falta de actividad física. Aunque no pasa nada porque descansemos un par de semanas, este descanso sostenido en el tiempo puede provocar problemas circulatorios que contribuyen a la acumulación de toxinas y elementos de desecho en el cuerpo contribuyendo a esta incomodidad”.

En este sentido, también es fundamental tener en cuenta el papel del sistema linfático. Este sistema, encargado de drenar el exceso de líquidos y filtrar sustancias de desecho, puede verse comprometido por la inactividad, el calor extremo o una alimentación inadecuada. Si su funcionamiento se ralentiza, se dificulta aún más la correcta eliminación de líquidos y toxinas, agravando la hinchazón y la sensación de pesadez.

Asimismo, Hougham, también habla sobre cómo afecta la mala hidratación o la vestimenta demasiado ajustada. “La ropa que nos aprieta demasiado no permite una correcta circulación sanguínea. Por otro lado, la deshidratación hace que la sangre se vuelva más espesa, lo que dificulta su circulación a través de las venas. Sumado a ello, si bebemos poca agua el cuerpo retiene líquidos, provocando la hinchazón”.

Aunque generalmente el edema por calor es temporal y benigno, es importante prestar atención si la hinchazón se prolonga, se vuelve dolorosa o se acompaña de otros síntomas.

¿Cómo podemos tratarlo en cabina?

Tal y como explica Eva Collar, esteticista y fundadora de los Centros de Estética Avanzada Marquessa, “la clave es tratar el edema por calor de forma personalizada y con combinación de diferentes técnicas”.

Entre estas técnicas la esteticista resalta las envolturas, “estas consisten en vendas impregnadas en activos que brindan una potente acción drenante. Su método se divide en tres fases: la primera, prepara la piel para detoxificarla y purificarla a través de un suave exfoliante químico con polihidroxiácidos y un gel con activos como el aceite esencial de canela o cúrcuma, y se cubre con un vendaje impregnado con un activo purificado extraído de la levadura Candida Saitona. Después, en la siguiente fase reequilibramos y restauramos la piel, utilizando un sérum geloso que activa la microcirculación y ayuda a eliminar los residuos y exceso de líquidos con activos como la centella asiática. En su caso, el vendaje que utiliza esta fase está impregnado en sales de magnesio que ayudan a drenar de manera profunda. Por último, se utilizan otras vendas impregnadas con fosfatidilcolina, cafeína y carnitina que favorecen la conversión de grasas en energía y contrarresta su acumulación en el tejido adiposo, evitando y corrigiendo de esta forma también la celulitis”.

A ello Collar añade que se puede complementar con aparatología y otras técnicas para potenciar los resultados. “Por ejemplo, es muy recomendable la presoterapia, y es fundamental complementarlo con técnicas manuales de drenaje. También podría ayudarnos a reducir los líquidos aplicar aparatología de masaje rotacional y electroestimulación ya que mejorarán la circulación y preparará los tejidos”.