Resulta extraño descubrir que a lo largo de los últimos meses se han llevado a cabo labores de mantenimiento en las proximidades de la Plaza Mayor y no se haya arreglado un pequeño tramo de estrecha acera con tubería al descubierto. O que tampoco se ha mejorado el firme -con agujeritos- aledaño a uno de los autoservicios descuento más visitado por los vecinos del casco urbano.
Es una buena noticia que en la zona semipeatonal de la carretera de Carabanchel se hayan repuesto seis farolas de modelo fernandino, recuperadas del almacén municipal, y que se haya sustituido sus equipos electrónicos por otros de bajo consumo. Lo de mejorar la eficiencia energética está muy bien pero en ocasiones la energía no llega a calles cercanas cuyas farolas -que no son de modelo fernandino- permanecen apagadas a eso de las nueve de la noche. En invierno, cerrada.
También produce alegría, sobre todo a los vecinos del barrio del desaparecido cine Dalia -donde se estrenaba hace más de tres décadas La Guerra de las Galaxias con largas colas- y del médico de Pozuelo, que se haya reparado el muro de contención de la calle Doctor Cornago que llevaba años dañado. Pero hay quien cree que se trata de parches para lavar la imagen de un centro urbano que sólo brilla en ocasiones puntuales como las Fiestas Patronales y por Navidad.
Comercios y paradas de bus
Las calles Roberto Martín Holgado y Cirilo Palomo también ha visto mejorado su entorno con la realización de obras de conservación y mantenimiento de las aceras para facilitar la accesibilidad a los locales comerciales.
Las marquesinas y paradas de autobús del centro de Pozuelo han sido otros puntos de actuación municipal. En total, se han acondicionado cuatro plataformas nuevas y se ha reparado el solado de 21 paradas. También se han realizado los trabajos necesarios para dar conexión eléctrica a tres de estas marquesinas para dar mayor visibilidad y servicio al Punto de Información al Viajero, que informa sobre itinerarios y frecuencia de paso de los vehículos.
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