"Todas las mujeres, víctimas de violencia de género deben saber que cuando decidan poner fin al infierno en el que viven, contarán con el apoyo incondicional del Ayuntamiento y de toda la sociedad madrileña para comenzar una nueva etapa en sus vidas". Con este mensaje de esperanza inició el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, el acto institucional del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres ayer.
El alcalde anunció además que en el próximo Pleno, los tres grupos municipales aprobarán una Declaración Institucional con un compromiso: el de poner a disposición de las víctimas los medios necesarios para dar fin a esta lacra.
El Ayuntamiento cuenta con una red de recursos específicos para las maltratadas que a lo largo de este año ha atendido a más de mil mujeres, sin olvidar a los menores, 148 de ellos fueron alojados, junto a sus madres, en centros municipales de estancias breves o medias, mientras que otros 290 han recibido atención psicológica. Pero la lucha contra este grave problema social necesita la implicación de todas las administraciones y de la sociedad civil. Un ejemplo de esta colaboración es el programa de prevención de la violencia de género que se lleva a cabo en colegios e institutos, siempre de acuerdo con los educadores.
Mujeres maltratadas en cifras
Ya son 64 las mujeres que en este año han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en España. Esta desalentadora cifra indica que ya se superan las muertes ocurridas en el año 2009.
Pero no son sólo las mujeres las víctimas, como daños colaterales aparecen también las figuras de los menores, esos 800.000 niños que se estima son testigos directos de la violencia que se ejerce sobre sus madres. Según estudios publicados acerca de la violencia de género, uno de cada cuatro niños y niñas han presenciado a lo largo de su corta vida conductas violentas contra su progenitora. Los expertos en psicología infantil aseguran que muchos de ellos llegarán a reproducir, cuando sean adultos, algunos de estos comportamientos. Al contrario, otros estudios afirman que un gran número de ellos sentirá un fuerte rechazo hacia este tipo de actitudes y, esto se debe a una serie de alternativas que ya se han puesto en marcha, todas ellas relacionadas con la educación.
La educación como base de la lucha
Los datos que se desprenden de estos estudios aseguran que el 30% de las más de 460 mujeres asesinadas en los últimos siete años eran menores de 30 años, que también lo son un tercio de las que llaman al teléfono de atención a las víctimas y que cuatro de cada diez mujeres protegidas en centros especializados mediante orden de alejamiento no han llegado a la treintena. La importancia de la educación se hace patente si se tienen en cuenta los resultados de un reciente estudio, realizado por la administración estatal entre 11.000 jóvenes, que revela que el 32% de los encuestados justifica el machismo en las relaciones de pareja y que poco más del 9% afirma que la mujer debe soportar la violencia de género y no denunciar la situación por el bien de sus hijos. Ante la evidencia de estos resultados es necesaria la colaboración de las administraciones y de la sociedad civil -como subrayó el alcalde en sus palabras- para luchar contra este problema.
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