Los hechos arrancan a principios de la semana pasada cuando un grupo de encapuchados entraron en el chalé y secuestraron, durante una semana, a la familia de una empresaria china de 40 años, Lili D., a la que reclamaban más de 3 millones de euros para dejarles en libertad. Los retenidos eran los padres de la empresaria, su hija de 12 años y una cuarta persona. No sufrieron maltrato por parte de los miembros de la mafia china en cuestión.
Lili avisó a la Policía y los agentes encontraron a los secuestrados y detuvieron a sus captores, que aún permanecen en dependencias policiales, a la espera de pasar a disposición policial. Desesperada por la situación, la empresaria se suicidó ahorcándose en su chalé ubicado en la urbanización de Fuente del Fresno de San Sebastián de los Reyes, dos días antes de la liberación de su familia.
Según fuentes de la investigación, tanto la fallecida -que se quitó la vida el pasado miércoles en San Sebastián de los Reyes, unas horas antes que la Policía liberara a sus padres, su hija y su abuela- como su marido debían una suma de dinero en China por una supuesta estafa inmobiliaria.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional está investigando el ahorcamiento de la empresaria para determinar si se trata de un suicido o una homicidio simulado como suicidio relacionado con el secuestro de su familia por parte de mafias chinas que se dedican a extorsionar a empresarios de su misma nacionalidad asentados en Madrid.
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