Este concierto forma parte de la gira “Malagasy Gospel” que recorre algunos puntos de la geografía española. Es el tercer año que la Concejalía de Familia y Asuntos Sociales apoya esta iniciativa organizada por la Fundación Agua de Coco,
El concierto tuvo gran calidad y valor artístico pero, sobre todo, fue una oportunidad de conocer a niños que han estado en situaciones muy difíciles y gracias a una oportunidad educativa han salido de ellas. Además, permitió conocer una experiencia de primera mano, ejemplo de cómo luchar contra el trabajo infantil, ya que durante el concierto se proyectaron imágenes de los proyectos que la Fundación Agua de Coco realiza en Madagascar.
El motivo de la celebración de este concierto es la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, instaurado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2002 como forma de poner de relieve la gravísima situación de esos niños. Se celebró el 12 de junio y tiene por objeto ejercer de catalizador del creciente movimiento mundial contra el trabajo infantil, hacerlo visible y movilizar a la sociedad en la lucha contra la explotación infantil.
En todo el mundo, y en franca violación de los derechos de la infancia, cientos de miles de niños y niñas realizan trabajos que los privan de la educación, la salud, el tiempo de ocio y las libertades elementales. De estos niños, más de la mitad están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como el trabajo realizado en entornos peligrosos, la esclavitud u otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y la prostitución, así como la participación en conflictos armados.
Existen diferencias considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas por niños. Algunas son difíciles y exigentes, otras, más peligrosas e incluso reprobables desde el punto de vista ético. No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Así pues, se alude al trabajo que es peligroso y perjudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño, e interfiere con su escolarización puesto que: les priva de la posibilidad de asistir a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que consume mucho tiempo.
El Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC), publicó un nuevo informe técnico sobre trabajo infantil y educación, basado en estudios realizados en 34 países en todas las regiones del mundo. El informe cita estadísticas de la UNESCO que muestran que en 2006 cerca de 75 millones de niños en edad escolar no iban a la escuela. El informe destaca que:
- El trabajo infantil genera una disminución en la matriculación en la escuela primaria y afecta de manera negativa las tasas de alfabetización entre los jóvenes.
- Existe una clara evidencia de que cuando los niños trabajan y van a la escuela, a medida que las horas de trabajo aumentan, disminuye la asistencia a la escuela.
- Altos niveles de trabajo infantil están asociados con resultados más bajos en el Índice de Desarrollo de la Educación, que mide el rendimiento de la educación primaria universal, la alfabetización de adultos, la calidad de la educación y la igualdad de género de un país.
- Existe una importante relación entre el nivel de la actividad económica de los niños y las tasas de repetición de la escuela primaria. La repetición de grado con frecuencia lleva a que los niños abandonen la escuela.
- Los niños y niñas trabajadores rurales tienen la tendencia a estar entre los más desfavorecidos. Las niñas con frecuencia tienen una carga doble de trabajo dentro y fuera del hogar, que pone en peligro su escolaridad.
IPEC dice además que el nivel de educación secundaria es sólo de 46 por ciento para los niños y de 43 por ciento para las niñas, y en el África al Sur del Sahara, sólo uno de cada cinco niños asiste a la escuela secundaria.
La Fundación Agua de Coco lleva 15 años dedicándose a la cooperación internacional y su objetivo es la mejora de la calidad de vida de niños y niñas y su entorno familiar, a través de un programa que utiliza la educación como motor de desarrollo.
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