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Flores preservadas, qué son, cuánto duran, cómo cuidarlas y 4 ideas de decoración

miércoles 09 de febrero de 2022, 13:28h

Decorar con flores es una tradición antiquísima que aporta un ambiente alegre y vistoso al hogar. Sin embargo, es algo muy efímero dado que las flores se marchitan relativamente rápido y nos obliga a renovarlas con mucha frecuencia. Lo mismo sucede con los ramos de flores que en el mejor de los casos pueden durar como máximo unas 2 semanas.

Con el objetivo de combatir la efimeridad de las flores frescas surgen las llamadas flores preservadas. Estas nos aportan todas las ventajas de las flores naturales pero con mucha mayor durabilidad.

Qué son las flores preservadas

Las flores preservadas son flores 100 % naturales que pasan por un proceso que les confiere una alta durabilidad, con resultados estéticos excepcionales y casi idénticos a las flores frescas. No se trata de flores secas, flores de plástico u otros materiales artificiales.

Las flores frescas se convierten en flores preservadas a través de un proceso químico que sustituye la savia y el agua de la propia flor por un compuesto que garantiza su preservación. Aunque este proceso se puede aplicar a muchísimas variedades, una de las más reconocidas y con resultados extraordinarios son las rosas, a las que habitualmente se denomina rosas eternas. Las rosas preservadas quedan con un aspecto muy natural, perfectas para la decoración y para todo tipo de ramilletes preservados.

De forma opcional y durante la preservación podemos alterar su color original, es por ello por lo que algunas lucen con colores artificiales muy vistosos y originales.


Cómo cuidar las flores preservadas

El mantenimiento para que mantengan su belleza intacta es sumamente sencillo, tan solo hay que seguir 4 consejos muy fáciles de aplicar:

  1. Alejarlas de la luz del sol. Por ejemplo, evitar ponerlas cerca de una ventana que esté expuesta a la luz solar. En el caso de utilizarlas para decorar exteriores, buscar espacios lo más sombríos posibles.
  2. Evitar que estén expuestas de la humedad. Por ejemplo, nunca se deben regar ni colocar en un jarrón con agua.
  3. Evitar la acumulación de polvo. Para ello, se podrá utilizar periódicamente un secador a mínima potencia (nunca apuntar directamente a las flores) o un pañuelo de papel o tela con suma delicadeza para retirar las partículas de polvo de los pétalos.
  4. Alejarlas de corrientes de aire. Por ejemplo, no exponerlas a ventiladores, aires acondicionados o lugares de ventilación.

Una de las grandes ventajas que se puede destacar en cuanto a su bajo mantenimiento es que las preservadas nunca sufrirán ningún problema de insectos o plagas. A diferencia de lo que ocurre con las flores naturales y para las que hay que utilizar diferentes variedades de insecticidas.

Aunque la inversión inicial a la hora de adquirir este tipo de flores es mayor en el caso de las preservadas, a la larga resultan mucho más económicas por su durabilidad y su falta de cuidados.

Cuánto duran

Es difícil estimar una duración determinada ya que dependerá en gran medida del tipo de flor, del uso y de los cuidados que hayan recibido. Al igual que sucede con las flores frescas, algunas variedades son mucho más resistentes que otras.

A modo general, podemos determinar que en condiciones normales pueden durar perfectamente de uno a cinco años.

Su uso en ramos preservados

Además de utilizarlas con fines decorativos tal y como se explica en el siguiente punto, las flores preservadas son muy utilizadas para la preparación de los llamados ramos preservados.

En el caso de los ramos de novia por ejemplo nos permiten la conservación del bouquet a modo de recuerdo durante mucho tiempo tras la celebración de la boda.


Son muy populares también en los ramos de San Valentín ya que guardan un significado metafórico de amor eterno entre una pareja de enamorados.

Por supuesto también se pueden utilizar en arreglos florales junto a flores frescas.

Cómo utilizar flores preservadas para decoración

Las flores han sido, son y serán un elemento natural muy decorativo, vistoso y atemporal. Su uso en cualquier ubicación, tanto interior como exterior hace que este se vuelva más cálido, alegre y colorido.

Se puede encontrar una amplia variedad de flores preservadas en el mercado. Además de las rosas ya citadas, las hortensias, los eucaliptos, las siemprevivas, la lavanda, la flor de algodón o los crisantemos son también especies que podemos encontrar en su versión duradera.

Todas ellas son ideales para decorar cualquier formato y lugar, aunque merece la pena destacar su vistosidad en combinación con cestas de mimbre, centros de mesa, jarrones (sin agua)y su uso en diferentes arreglos florales.

A continuación te proponemos 4 situaciones, propuestas y lugares en los que puedes utilizar flores preservadas para decoración.

Decoración de la mesa del comedor con cestas de mimbre

Una cesta de flores tiene el poder de producir un sentimiento entrañable. La combinación de las flores con un material natural, como el esparto o el mimbre, devuelve un poco ese contacto con la naturaleza y las tradiciones perdidas.

Las flores preservadas son una excelente opción para decorar la mesa del comedor al tratarse habitualmente de un espacio grande en el que se necesitan de varios elementos decorativos para evitar una imagen fría o de vacío.

De las tendencias decorativas más actuales está el utilizar flores preservadas de colores vistosos en una cesta de mimbre de color natural. La cesta aporta equilibrio y soporte mientras que el colorido de las flores las convierte en las auténticas protagonistas y centro de todas las miradas.

Flores preservadas para decorar el salón

Una opción muy interesante y actual es la colocación de una cesta de mimbre con flores preservadas a los pies del sofá.

En estos casos se puede optar por infinidad de plantas dependiendo de los gustos personales. Una recomendación para salones de tonos neutros son las flores de tonalidades llamativas, como es el caso de las rosas rojas. En el caso de que los salones decorados con mucho color, los ramilletes de colores pasteles y beige son la mejor opción.


Muchas personas optan por elegir diferentes tipos de flores preservadas según la época del año, de manera que escogen aquellas que les resultan más adecuadas en casa en cada estación. Por ejemplo, se pueden utilizar colores más rojizos y naranjas en otoño, morados y azules en invierno, reservar los tonos más vivos y alegres, como los amarillos y rosas, para la primavera y el verano etc.

Jarrones de cristal para la decoración de oficinas y locales comerciales

Dado que no hay necesidad de regarlas y prácticamente no requieren de cuidados, este tipo de flores son ideales para decorar oficinas o comercios que vayan a estar vacíos durante las semanas de vacaciones.

La combinación de ramilletes preservados con jarrones de cristal es ideal para decorar este tipo de sitios. Por lo general, ocupan muy poco espacio por lo que apenas molestan pero aportan muchísima personalidad a la estancia.

Decoración en bodas

Hoy en día es muy habitual decorar todo tipo de eventos con flores. En estos casos, las preservadas son la mejor solución ya que al no marchitarse se puede optar por alquilarlas a una empresa especializada solo durante el tiempo que dura la celebración y devolverlas una vez termine. El ahorro económico de alquilarlas frente a comprarlas puede ser enorme.

Podemos utilizar este tipo de plantas para decorar cualquier espacio del lugar de la celebración, como las mesas de los invitados, el lugar destinado al photocall o la zona de entrada y recepción.

Las flores elegidas dependerán de muchos factores, como ser las preferidas de la pareja en caso de una boda, si tienen alguna simbología especial para los novios, o bien aquellas que tengan los colores que mejor combine con el resto del lugar y el estilo decorativo que se quiera conseguir. En estos casos lo mejor es contactar con una empresa especializada y pedir consejo.

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