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Una auditoría anual da fe sobre el funcionamiento real de una compañía

martes 30 de mayo de 2023, 21:19h
Una auditoría anual da fe sobre el funcionamiento real de una compañía
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El análisis contable de una empresa es esencial para mostrar transparencia y confianza en las actividades que realiza. Lo auditado debe mostrar si el resultado refleja fielmente el estado financiero de la organización, información vital para dar cuentas claras si existen socios y para cumplir normativas legales

Toda empresa debe llevar control de los movimientos que realiza con el fin de contabilizar gastos y ganancias. Contar con el apoyo de auditores independientes es una vía para comprobar que lo que dicen los libros de contabilidad se corresponde con la realidad del patrimonio de la organización.

Una auditoria de cuentas anuales para empresas permite obtener una radiografía confiable del estado financiero de la compañía, tanto para verificar que la administración está bien llevada, como para cumplir las obligaciones con legales y con el fisco.

Las auditorías empresariales deben ser precisas y fiables, por lo cual deben confiarse a profesionales capacitados en el área de finanzas y contabilidad con alto grado de credibilidad. Una agencia asesora como Legalnet, con 15 años de experiencia y una tasa de éxito del 100%, es una opción inteligente a la cual delegar la responsabilidad de un balance anual.

Agencias auditoras como Legalnet son garantía de elevados niveles de precisión e integridad que permiten confiar que el resultado es una imagen fiel del estado financiero. El apoyo profesional ayuda a cumplir la que disponen la Ley de Sociedades de Capital y el Plan General Contable, así como el Código de Comercio.

Motivos para efectuar las auditorías

El balance anual presenta las pérdidas y ganancias, así como los diferentes flujos de los ingresos. Efectuar auditorías anuales es una tarea que realizan las compañías para mostrar total transparencia en su gestión administrativa, lo cual es fundamental, sobre todo, en el caso de tener socios o inversores.

La auditoría sirve como valoración ante el fisco, el Registro Mercantil o cuando se está en un proceso de compra o venta.

Las cuentas anuales pueden ser individuales o consolidadas. Las primeras son balances para empresas individuales; mientras que la segunda se hace para un conglomerado de empresas, que implica tanto el balance de la empresa matriz como de aquellas que son subsidiarias.

Cuándo es obligatorio

Las auditorías anuales son de obligatorio cumplimiento por aquellas organizaciones grandes, con más de 250 trabajadores como promedio durante un año fiscal. También que tengan activos por encima de los 11,4 millones de euros o que presenten una facturación superior a los 22,8 millones de euros.

Del mismo modo, aquellas compañías que, por dos períodos fiscales continuos, tengan más de 2,8 millones de euros en activos o facturen por encima de los 5,7 millones de euros. Además, que su masa trabajadora supere las 50 personas.

Por motivos legales, también hacen este proceso empresas que emiten oferta pública, algunas aseguradoras, así como sociedades de intermediación financiera.

Las auditorías pueden ser voluntarias, con la intención de presentar una imagen favorable para presentarla a terceros, clientes, bancos, proveedores y potenciales inversores.

También presentan balances cuando se plantea una fusión empresarial o escisiones y otras acciones relativas a una sociedad anónima.

Los socios con un porcentaje de participación del 5% pueden pedir una auditoría ante el Registro Mercantil, aun en aquellos casos que la compañía no esté obligada por ley a este trámite.

El balance anual se exige para las sociedades que reciben algún tipo de subvenciones. Lo mismo ocurre en las empresas que reciben ayudas o subsidios por encima de los 600.000 euros, tanto de la Unión Europea como del Gobierno español.

Los auditores deben tener la completa colaboración de los despachos de contabilidad y administración de la compañía para efectuar de manera eficiente su labor. Además, deben recibir datos sobre la compañía y movimientos bancarios, con el propósito de poder contrastar los mismos con los saldos contables.

Las cuentas anuales llevan la firma del director o encargado del área de la administración de la organización. Este balance se lleva al Registro Mercantil para que se publique, de tal forma que cualquier persona interesada pueda conocer el resultado.

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