Cuando un vehículo permanece en desuso durante un largo periodo de tiempo, hay elementos o sistemas que pueden verse deteriorados. Por ello, AEMA-ITV hace hincapié en la importancia de comprobar los niveles de aceite o el estado de la batería y los frenos, entre otros, para que la puesta de nuevo en circulación del vehículo sea segura tanto para el conductor y los ocupantes, como para los usuarios con los que comparta la vía pública.
El aceite del motor es fundamental para evitar fricciones entre las piezas del mismo. Además, se trata de un elemento que facilita la reducción de la temperatura del motor por lo que la comprobación de un nivel correcto evitará roturas en el turbo o en las válvulas del vehículo. En este sentido, también es importante revisar el nivel del líquido refrigerante para que la temperatura del motor permanezca estable.
Uno de los elementos más relevantes del vehículo y, a la vez, uno de los más delicados es la batería, sobre todo si ha permanecido inactiva durante un tiempo. Su falta de uso puede suponer que se descargue completamente, especialmente si, durante los meses o años que el vehículo no ha circulado, el clima ha sido frío.
Asimismo, antes de volver a viajar con el vehículo es esencial para la seguridad vial comprobar que el estado de las pastillas y los discos de freno sea el adecuado. Se trata de dos elementos que trabajan conjuntamente, pues las pastillas de freno son las encargadas de dar fricción a los discos para que cuando la persona que conduce presione el pedal, el vehículo se pare inmediatamente.
La inspección de los neumáticos, su estado y que su presión sea la recomendada por el fabricante, incluso la rueda de repuesto, también reducirá la posibilidad de sufrir algún pinchazo o percance. Cabe recordar que las ruedas de los vehículos van perdiendo aire cada día en pequeñas cantidades pero que, a lo largo del tiempo, esto puede suponer que la presión del neumático se encuentre por debajo de la necesaria para circular en condiciones óptimas de seguridad.
Es por ello que, el presidente de la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad de Madrid, Jorge Soriano, ha reiterado que “conocer el estado de elementos fundamentales del vehículo como son la batería, los frenos y las ruedas, y hacerles el adecuado mantenimiento si no se encuentran en buen estado, es crucial para la seguridad vial, pero, más todavía, cuando el vehículo ha estado en desuso durante un tiempo”. Además, ha recalcado el papel de “los profesionales de las ITV, que ayudan a detectar cualquier defecto en el vehículo para salvar vidas”.
Todos los vehículos matriculados deben someterse a la ITV
En cumplimiento de los artículos 10.1 del Reglamento General de Vehículos y 4 del Real Decreto 920/2017, todos los vehículos matriculados deben someterse a la inspección técnica en tiempo y fecha, tanto si se encuentran en circulación como si están estacionados durante un periodo de tiempo prolongado.
Por tanto, todos los vehículos tienen la obligación de pasar la inspección técnica con la periodicidad que establece la normativa aplicable, salvo si están dados de baja en la Dirección General de Tráfico y, en consecuencia, no están en circulación.
Por último, AEMA-ITV recuerda que la inspección técnica puede realizarse 30 días antes de su fecha de vencimiento y es hasta recomendable, sin que afecte a su fecha máxima de caducidad. De tal forma que si tenemos, por ejemplo, un coche de más de 10 años con ITV que nos caduca el 6 de junio, si este año la adelantamos y la pasamos entre el 6 de mayo y el 6 de junio, nos darán como fecha de caducidad el 6 de junio de 2025, por lo que no habremos perdido ningún día de caducidad y además habremos evitado riesgos.
Haciendo uso de esta posibilidad de adelantarla 30 días sin que la fecha de la siguiente inspección se vea afectada, se recomienda pasar la ITV antes de tiempo y no dejarla para el último momento.