Los virus atenuados presentes en estos preparados simulan una infección natural, lo que provoca una respuesta celular que abarca la inmunidad de mucosa. Además de facilitar su administración, los efectos secundarios potenciales se restringen a fiebre baja y congestión nasal, evitando así la transmisión de la enfermedad a quienes están en contacto. La ausencia de inyecciones contribuye a que los niños acepten el procedimiento con mayor facilidad, lo que a su vez mejora las coberturas contra la enfermedad.
En 2023, la Consejería de Sanidad implementó por primera vez esta medida al comenzar el curso escolar. Gracias a esta iniciativa, se logró salvaguardar a más de 85.000 niños. El Gobierno autonómico prevé que, con la compra de esta nueva remesa de defensas, en 2024 se alcanzará al 40% de la población objetivo.
En este contexto, se sugiere e invita a los padres o tutores de los niños en este grupo de edad a que realicen la solicitud en su centro de salud de Atención Primaria, según lo indicado por la Comunidad de Madrid. De manera similar, la Dirección General de Salud Pública aconseja que se lleve a cabo esta acción para los bebés que tengan más de 6 meses, pero bajo una modalidad diferente.
La próxima campaña de vacunación contra la gripe en otoño abarcará, además de los dos grupos de población mencionados, a individuos mayores de 60 años y aquellos que pertenecen a grupos de riesgo. Esto incluye a personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, profesionales del ámbito sanitario, empleados de centros sociosanitarios y personal de servicios esenciales, entre otros.