pozuelo en blanco y negro

Aquel día de Fiestas Patronales hacía un calor sofocante en Pozuelo. Como el que estamos viviendo ahora. Simona Hernández y sus amigas decidieron combatir los últimos coletazos del verano de 1952 con sandía.

Antonio Benítez sonríe a la entrada de su casa bajo una espesa barba. Junto a su esposa Antonia Ruiz que está sentada en una butaca de mimbre sobre la que se apoya su hija María. La vivienda sigue en pie. Es la única que queda de una hilera de hotelitos levantados en los albores del siglo XX. Si pasas por la calle María Benítez fíjate en el número 10. Es el escenario de la fotografía que acompaña este Pozuelo en Blanco y Negro.

Manuela Rodríguez Maganto había salido a dar un paseo por el barrio con su sobrino. En la plaza del Gobernador con la cafetería Iris al fondo hizo una parada y posó para el fotógrafo. Era 19 de julio de 1947.

El diccionario de la Real Academia Española define tómbola como rifa pública de objetos diversos, generalmente como negocio de feria o con fines benéficos. Hace cuatro décadas el 25 de julio se organizaba en Pozuelo una tómbola que despertaba el interés de vecinos y forasteros ¿Quiéres saber dónde?

Carmen y Joaquina Fernández Golfin Montejo pasaron muchos estíos en Pozuelo. Veraneantes de clase alta se entretenían como las muchachas de su época y de su estatus; tocando el piano, leyendo y paseando por los jardines de la propiedad que su padre heredó de Clementina Larragán, su primera esposa, en la calle Méndez Nuñez.

Existe un Pozuelo de Alarcón en blanco y negro. Fotografías, documentos, postales con retrato, imágenes y recortes de prensa... trocitos de historia de un pueblo y sus moradores -aldeanos o veraneantes- convertido hoy en gran ciudad. Son pequeños tesoros fruto de una apasionante investigación periodística. Algunos aparecieron hace más de una década acompañando vidas y milagros y otros jamás se han publicado. Ahora ven la luz a través de Pozuelo en Blanco y Negro; una nueva sección que tiene mucho que ver con el deseo de compartir el pasado. Ese ayer al que, desde enpozuelo.es, nunca hemos dejado de asomarnos.