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Andrea Otero Cuevas: “La psicología de la salud nos ayuda a sentirnos completamente bien con nuestra experiencia vital”

viernes 13 de octubre de 2023, 09:28h

Coincidiedo con la reciente celebración del Día Mundial de la Salud Mental (1o de octubre), hablamos con la psicóloga clínica y neuropsicóloga, experta en violencia de género y TCA, sobre la importancia de acudir al especialista no solo en situaciones límites sino también como parte de nuestras revisiones médicas rutinarias.

Andrea Otero Cuevas: “La psicología de la salud nos ayuda a sentirnos completamente bien con nuestra experiencia vital”
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Así como acudimos al médico para hacernos revisiones ginecológicas, dentista ¿crees que deberíamos acudir todos a terapia de manera regular? ¿Qué nos puede aportar nivel personal, familiar, laboral…?

Rotundamente sí. Por lo general, la labor de un psicólogo es otorgar a los pacientes herramientas para una correcta gestión de su vida diaria.

Normalmente, la psicología se relaciona con el tratamiento de trastornos o dolencias graves a nivel mental y emocional. No obstante, también existe una psicología de la salud, es decir, una psicología más relacionada al correcto manejo del estrés, al tratamiento de pequeñas heridas que arrastramos, mejora de dinámicas relacionales, y demás cosas con las que podemos vivir día a día pero que nos hacen no terminar de sentirnos completamente bien con nuestra experiencia vital.

La neuropsicología, ¿qué añade a la psicología en cuanto al tratamiento de un trastorno?

La neuropsicología pone el foco en la relación entre el cerebro y la conducta. El campo de estudio de la misma es todo lo que tiene que ver con esa sinergia. Normalmente, la neuropsicología está más enfocada a trastornos de lo que denominamos origen orgánico, es decir, desarrollo, neurodegeneración, traumatismos…

Como experta en violencia de género, nos puedes decir cuánto tarda el paciente en darse cuenta de que necesita ayuda psicológica? ¿Acuden impulsados por un familiar?

Normalmente depende mucho del caso, sin embargo, cuando salen de la relación el proceso que se sufre es muy complejo, especialmente si hay asuntos legales de por medio. En estos casos, se termina desgastando mucho y es ahí cuando se comienza a buscar entre los recursos disponibles. Esto no quiere decir que dentro de la relación obviamente no lo sea, sin embargo, lo común es que no haya herramientas suficientes para afrontarlo.

En ocasiones ocurre que el primer paso en salir de este tipo de procesos se dé impulsado por alguien cercano, ya sea un familiar o un amigo. No siempre tiene que ser porque alguien te lo diga, muchas veces puede ser por ejemplo el ver a tus hijos en peligro. Este proceso es mucho más sencillo cuando se cuenta con una red de apoyo firme. Sin embargo, en numerosas ocasiones estas redes se ven deterioradas en el transcurso de la relación.

¿Hay alguna franja de edad donde haya más mujeres con violencia de género? ¿Algún tipo de nivel cultura/económico que destaque más?

No existe una edad concreta para la violencia de género. Si bien algunos estudios la sitúan en la treintena aproximadamente, es cierto que esto tiene un alto componente cultural, ya que hoy en día hay más visibilización en estos temas por lo que es mucho más sencillo que se den cuenta de lo que ocurre y salgan de ahí. Así como hay más gente joven que acude al psicólogo o denuncia este tipo de situaciones.

Normalmente en nivel cultural o económico está más relacionado con cómo se presenta el maltrato que con el índice en sí, dado que el maltrato psicológico, en ausencia del físico, es igualmente grave y tiende a detectarse menos en comparación debido a que es más sutil.

¿Cómo puede ayudar un familiar a una persona con violencia de género para que solicite ayuda psicológica?

Hay que tener en cuenta que muchas veces el entorno no ve o no quiere ver lo que está ocurriendo. Se necesita un mayor nivel de psicoeducación en la sociedad para que se detecten mejor los signos de maltrato doméstico.

Mientras se está dando la relación es complicado y normalmente la manera más sencilla, si es que se puede, es fomentar que la persona acuda a terapia por otras razones (sintomatología ansiosa o depresiva, por ejemplo, que suelen acompañar a este tipo de problemáticas). Esto, claro está, a menos que la persona esté dudando si dejar la relación ya viendo que no es la situación en la que se quiere ver.

Una vez se ha terminado la relación, con un acompañamiento correcto por parte del familiar o amigo, se puede hablar con la persona directamente, plantearle la idea de que la ayuda profesional podría facilitarle mucho el proceso que está viviendo. En numerosas ocasiones no se va por vergüenza ante lo que ha ocurrido, incluso porque se sienten culpables. El que la persona se sienta arropada y acompañada puede marcar la diferencia.

¿Puede una persona con violencia de género volver a confiar en un amor sano?

Claramente sí. Suele ser uno de los objetivos terapéuticos a largo plazo dentro de este tipo de terapia. Siempre hay muchas cosas a trabajar en ese sentido, dadas las dinámicas relacionales que se establecen en relaciones que muchas veces duran años.

Otra de las patologías que cada vez están más en auge, en parte por las redes sociales, son los trastornos de la alimentación. ¿Se da más en gente joven o también en edad adulta?

Suele ser común que comience en la adolescencia. Sin embargo, al margen de lo que se piensa, se da también en mujeres adultas y en hombres de todas las edades.

Algunos casos de TCA pueden dar lugar a reincidencias en la adultez; es común que una persona adulta que acuda a terapia por algo relacionado con esto haya tenido, tratado o sin tratar, una mala relación con la comida o con su imagen corporal anteriormente.

¿Cuándo y cómo puede apreciar que un familiar o amigo tuyo tiene un trastorno con la comida?

Hay que estar atento a la relación con la comida que tiene la persona en cuestión (disminución notoria de la ingesta, atracones, …). Así como la relación con su propia imagen corporal. Existen, además, algunos signos, aparte del conocido cambios brusco de peso (que no tiene por qué darse en todos los TCA sino que está más bien relacionado con anorexia) podrían ser una distorsión de la propia imagen corporal y en sí del ideal físico, cambios en el estilo de vestir (que vengan derivados de problemas de autoestima), inicio de dietas muy restrictivas o el recurrir a demasiado ejercicio físico como conducta de compensación: todas las conductas de compensación tienen que ver con la provocación del vómito, sino que el saltarse comidas o hacer mucho ejercicio también entran dentro de conductas típicas de TCA tras una sobreingesta de comida. También puede ir en comorbilidad con cambios de humor, irascibilidad o sintomatología ansiosa o depresiva.

Consulta de Andrea Otero Cuevas, psicóloga clínica y neuropsicóloga. Calle Altamirano 36, bajo D. Teléfono: 681 00 17 67

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