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Doney, 62 días encaramado en la grúa de Pozuelo de Alarcón

lunes 03 de mayo de 2010, 10:01h

Hace ya 3 meses que Doney Ramirez, el trabajador de la constructora Jigar S.A., está encaramado en la grúa de las obras de la plaza del Padre Vallet de Pozuelo de Alarcón.

El reclamo de Estructuras Jigar continúa. Las obras de la plaza del Padre Vallet avanzan con una grúa en el centro y un trabajador subido en ella que persiste en su protesta representando a su empresa. El trabajador que a día de hoy se mantiene a 40 metros de altura, se encuentra firme en su propósito de no bajar de la grúa hasta encontrar una solución justa para la empresa en la que trabaja.

Encaramado en la grúa desde el 3 de Marzo Doney Ramirez ha relevado a sus compañeros David Cediel y Sandy en su lucha.

Pero Ploder Uicesa la empresa deudora prosigue las obras. No tiene dinero para pagar los 150.000 euros que le debe a la subcontrata Jigar S.A., por sus trabajos realizados el año pasado en las mismas, pero si para pagar a nuevas subcontratas que continúan los trabajos. También para pagar a vigilantes que se encargan de vigilar la base de la grúa y el recinto cercado de las obras cuidando de que ningún trabajador tenga acceso y suba a la grúa a relevar a Doney.

Mientras tanto, la grúa paralizada en medio de las obras se convierte, día a día, en un estorbo inminente para la continuidad de las mismas. Queriendo diezmar de algún modo las fuerzas de Doney, los guardias de seguridad han recibido órdenes de sus superiores de no permitir subir a Doney mas que agua y comida, así como de revisar con minuciosidad cada envío. Ni cremas para protegerse del sol que ya comienza a hacerse notar con fuerza, ni toallitas para su aseo diario, ni tabaco, ni móviles recargados para estar comunicado con sus compañeros, ni revistas, ni diarios, ni libros. Todo para hacerle la vida un poco más difícil, a 40 metros de altura, desde hace 62 días.

La semana pasada dieron la orden de que si no se bajaba la sombrilla que le habían hecho subir sus compañeros de Jigar para que se protegiese del sol, el guarda de seguridad que lo había permitido sería despedido. Doney  bajó la sombrilla sin dudarlo ni un segundo.

Contrariamente a lo que Ploder Uicesa esperaba, la actitud de Doney es firme, "ahora más que nunca" afirma con la convicción de llevar su protesta hasta las últimas consecuencias.

"El apoyo que recibe Doney de sus compañeros y vecinos se hará ahora más fuerte" afirman en Facebook desde el Grupo de apoyo a David, el chico de la grúa, que sus compañeros han creado con el fin de dar a conocer y colaborar con la causa por la que protestan estos trabajores.

Otro fin de semana más sus compañeros de trabajo, familias, esposas e hijos se encargaron de animarle y apoyarle.

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