La Policía de Madrid ha lanzado una orden de búsqueda y captura para este hombre de 59 años, al que consideran “conflictivo, peligroso y con problemas mentales”.
El agresor en cuestión es un indigente, al que la prensa denominó “el parricida de Aravaca” a comienzos de la década de los 90. En concreto, corría el año 1994 cuando asesinó a sus padres y a su abuelo en la residencia familiar que compartían en Aravaca.
Según investigaciones de la época, era adicto a la heroína y padecía un trastorno de personalidad con marcados rasgos disociales, así como inestabilidad emocional e impulsividad.
A pesar de que la condena era de 60 años, sólo ha cumplido 20 al aplicársele el atenuante de enajenación mental: “Tenía sus facultades intelectivas y volitivas ligeramente disminuidas por su problema mental y la ingesta de la heroína”, dictó la sentencia.
En la actualidad, tras salir de la cárcel, ha vuelto a verse inmerso en una agresión por la que deberá responder.