En el último pleno el calcetín de la lógica política se dio la vuelta, porque ver al Grupo Popular votando en contra del Grupo Ciudadanos en
una moción muy beneficiosa para Pozuelo y, diez minutos después, ver a los mismos miembros del Grupo Popular votando a favor de la presentada por el Grupo Somos Pozuelo, resulta cuanto menos, extraño y contrario al juego político que debe presidir las relaciones entre dos fuerzas políticas que han pactado en el gobierno de la Comunidad de Madrid.