Según la web Cotilleo.es, Bibiana Fernández ha vendido su chalé de Pozuelo de Alarcón, ya que se puede ver el mismo como “vendido” y en sus propias redes sociales ya ha anunciado que está de mudanza.
Antonio López Gómez nace en Pozuelo de Alarcón en 1942. Hijo de Antonio López y Angustias Gómez. Su abuelo, Federico López, decidió poner el nombre de sus nietos mayores -Antoñito es uno de ellos- a dos calles que nacieron sobre sus tierras de la Estación. Para completar la presencia familiar en el callejero *.
Brígida López Ucedo * (1907-1993) fue la primera de los vástagos de Federico López y Brígida Ucedo. Sus descendientes creen que forma parte del callejero de Pozuelo de Alarcón debido a un error administrativo porque sería más lógico que la calle aledaña a la del vendedor de papeles llevara el nombre de su mujer y no de su hija.
Federico López Martín (1880-1942) es el segundo de una saga de profesionales de Pozuelo de Alarcón: los vendedores de periódicos (papeles). Junto a otros miembros de su familia* aparece en el callejero de la ciudad; en la Colonia Buenos Aires, conocida popularmente como "de los papeleros", donde residió durante décadas y en la que siguen viviendo sus descendientes.
El deportista ¿Nace o se hace? En el caso de Sylvia García las dos cosas. Su padre fue integrante del primer equipo masculino de gimnasia en representar a España en unos Juegos Olímpicos; los de Roma 1960. Tenía 20 años. Tras competir un tiempo comenzó a preparar gimnastas y llegó a ser entrenador y seleccionador del equipo nacional femenino. Su madre fue juez internacional y tuvo una escuela de gimnasia en Aluche.
Gerardo Diego Cendoya (1896-1987) nace en Santander y es uno de los representantes de la Generación del 27. Escritor y catedrático de literatura, pianista y amante de la pintura ha pasado a la historia de las letras españolas por su poesía. Descansa eternamente en Pozuelo donde además de a una calle ha dado nombre a un instituto de secundaria y a varios premios escolares.
Jesús Gil González (1890-1978) nace en 1890 en Salamanca donde convierte en carreteras muchos caminos rurales. Su profesión de constructor le lleva a crear su propia empresa, Inmobiliaria Charra. Nace entonces un negocio familiar y un vínculo con Pozuelo de Alarcón que ha dejado huella en una urbanización creada, en un primer momento, para hacer frente a las necesidades de vivienda de gentes humildes.
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