Esta caída se caracteriza por la retracción de la línea frontotemporal del pelo, con un cabello que nace cada vez más atrás, aunque también puede producirse una pérdida en la zona de las cejas, de la nuca y, en un 25% de los pacientes, del vello corporal.
Este tipo de alopecia suele afectar en el 95% de los casos a la población femenina en la etapa de la menopausia, aunque cada vez se dan más casos entre mujeres premenopáusicas y hombres, según indican los expertos de Hospital Capilar.
La alopecia frontal fibrosante es un proceso irreversible, aunque el diagnóstico médico precoz de esta enfermedad será esencial para poder estabilizarla y detener su progresión.